sábado, 19 de septiembre de 2015

Capítulo 20: “La Rivalidad Enferma”

Capítulo 20:

“La Rivalidad Enferma”



Rogelio va llegando al lugar en compañía de Rebecca.







Rogelio: ¿Qué está pasando aquí?

Emilia, Julián y Almendra lo miran con mucha sorpresa. Rogelio implementa mucha molestia al ver a la muchacha.

Rogelio: ¿Qué está haciendo esta mujer aquí?

Emilia: Rogelio, quiero presentarte a Almendra… ella será una acompañante en nuestra casa y estaremos al pendiente de ella.

Rogelio: Pero ¿qué significa esto?

Julián: Disculpe, pero le he pedido a Emilia que me ayude con la muchacha que es humilde.

Rogelio: ¡¿Humilde?! ¡Por favor!… como si no supiera de lo que ella es en realidad.

Emilia: ¿A qué te refieres?

Almendra: Yo mejor me voy, no fue buena idea esto. (Intenta irse)

Julián: Espera.

Rogelio: Esta mujer trabaja en un bar, está acusada de hacer un pleito en ese ambiente y para colmo, es la misma persona que casi manda a la muerte a Mónica.

Emilia: ¿Qué dices?

Almendra: Ya le explique lo que ha pasado. Y si usted no me quiere creer no es mi problema. Yo me voy.

Almendra se vuelve a voltear, pero la mano de Julián le impide avanzar.

Julián: ¿Qué es lo que pasa? ¿Por qué sabes esas cosas Rogelio?

Rogelio: Yo no confío en esta niña.

Julián: Pero deberías conocerla aun mejor.

Emilia: Rogelio, por favor.

Rogelio: Yo no acepto en mi casa a delincuentes como ella.

Almendra: Seré una cabaretera y todo lo que usted pueda pensar, pero delincuente no. Me he dedicado hacer una cantante y bailarina, nada más.

Julián (se dirige a Ricardo): Entonces me debes dar la razón Rogelio. Entre ellos está mi razón para ayudar esta muchacha. Ella necesita apoyo, el cual no ha encontrado la forma de hacerlo. Ustedes son gente de bien, que no son de esas que se fijan en la vestimenta. Te suplico que reiteres tu forma de pensar. No pienses como juez, si no como persona.

Rogelio: Yo no pienso aceptarla aquí.

Julián: No seas así, ella necesita apoyo. (Rebecca voltea los ojos) Por favor. Tómalo como un reto. Ella es inocente de todo y no tiene la culpa de trabajar ahí.

Rogelio: Pero no tiene medios convincentes.

Almendra: Mire señor…yo soy una persona honesta. (Rebecca bosteza) Nunca me he atrevido a nada que me tenga que avergonzar. Si piensa que aparte de lo que le dije, fui una cualquiera, de esas prostitutas, está usted equivocado.

Emilia (trata de cerrar el asunto): ¡Basta, por favor!

Julián: Por favor, esta muchacha solo lo que necesita es apoyo. Yo como psiquiatra le daré las bases para que vea que la vida puede ser de otra forma. Apoya Ricardo. Tu eres una persona de bien…no cometas un error

Ricardo se le queda viendo.

INT. / HABITACIÓN / MANSIÓN SAN ROMAN / TARDE

Está a punto de anochecer. Baldomero regresa de mover su corbata y cansado.



Baldomero: Maldito Raúl, maldito Alacrán, hasta maldita Isabel, todo me ha salido de la patada. (Se quita su terno y lo tira por la cama y se dirige al baño)

El celular suena. Baldomero sale del baño corriendo.





Baldomero: Bueno…

Alacrán: Soy yo… ¿ya tienes mi dinero?

Baldomero: Deja eso, si ya sabes que te pagan bien el viejo barbudo.

Alacrán: Ese don me paga muy bien, algo que tú no me das ni eso. Quiero mi lana.

Baldomero: No te preocupes… tendrás tu dinero…

Baldomero cuelga y su cara se pone de amargado.

INT. / SALA DE ESTAR / MANSIÓN SAN ROMAN / TARDE

Emilia, Ricardo y Almendra van caminando hacia la sala…





Emilia: Me da gusto que hayas aceptado. Yo tengo la clara idea de que no soy nadie para juzgar a nadie. Cada quien ha sido el precursor de su destino, y eso no es más que de uno.

Almendra: Sí soy o no una cabaretera, no es por gusto. Ha sido por necesidad, y que se me brindo la oportunidad.

Emilia: Almendra, no te veo tan mala persona, a decir verdad, creo que te encuentro un parecido con alguien, pero no se con ¿quién?

Almendra: Que raro, nadie me había dicho eso.

Emilia: Sabías que yo también fui una chica pobre como tú.

Almendra: Vaya, no creí saber eso.

Emilia (sonríe): Bueno…  con el paso del tiempo se hace milagros. Yo crecí en un barrio humilde. Mi madre aunque no lo creas trabajaba de sirvienta aquí, en esta casa.

Almendra (sorprendida): No lo puedo creer.

Emilia: Algún día te contare con más detalles.

Almendra: Pero ¿por qué me estás contando todo esto?

Emilia: Porque la primera vez que te vi, sentí mucha confianza y eso no se lo digo a cualquiera.

Almendra: Siento que no debo quedarme aquí. Pero Julián lo ha hecho por mí, ha sido muy bueno conmigo.

Emilia: Bueno, pero siéntete afortunada. Ya regreso. (Se va)

Se sienta en uno de los sillones de la sala, y de repente oye pasos y voltea, se sorprende.

Rebecca: Hola, tú ¿qué haces aquí?

Almendra: Me voy a quedarme.

Rebecca: ¿Así? ¿Por qué?

Almendra: Julián me propuso en quedarme aquí para trabajar.

Rebecca: Ah, ya veo.

Almendra la mira y Rebecca le sonríe. Emilia regresa.

Emilia: Ah, ya veo que conoces a mi hija, ella es Rebecca.

Almendra: Ya veo, hola.

Rebecca: Hola.

Clotilde se acerca con una charola con dos te y los deja en una mesa. Ella se le nota que le desagrada la muchacha.

Clotilde: Aquí tiene lo que me encargo señora. Con permiso.

Almendra mira a distintos lugares, mientras que Rebecca está fresca y Emilia contenta.

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INT. / HABITACIÓN / HOTEL / NOCHE

En el baño, se escucha regaderazo de la ducha, mientras que sale de ahí Raúl con un cuerpo despampanante y se cubre con la toalla por debajo de la cintura y se acerca a la cama donde está Isabel.




Isabel: Hum, me encantan los hombres que se ponen en forma.

Raúl (se sienta sobre la cama): Veo que te gusto y no por mi dinero. ¿Por qué es por eso? ¿No?

Isabel (lo besa intensamente): Por supuesto que me gustas, tienes todo lo que una mujer quiere… Sexo.

Raúl: Excelente.

Raúl se acuesta a la cama y la toma de la cintura, ambos se besan intensamente en la cama y ella lo abraza y le besa en sus labios.

INT. / HABITACIÓN / MANSIÓN SAN ROMAN / NOCHE

Baldomero entra la habitación de Mónica.




Baldomero: Buenas noches hermanita.

Mónica: Hola, ¿puedo ofrecerte algo?

Baldomero: ¿Estás molesta conmigo?

Mónica: La verdad me decepcionas, de pronto vas a la cárcel y estás aquí.

Baldomero: Pero estoy aquí, soy inocente.

Mónica (le cree): Bueno te creo, pero me asustaste mucho. Entre ésta y lo que paso en el dichoso bar, casi me matan.

Baldomero: ¿Y qué te paso?

Mónica: Fui a parar al hospital y para colmo, mi marido me fue infiel.

Baldomero: No puede ser.

Mónica: Pero eso ya no importa. Ahora ¿tú donde has estado? Es necesario que te enteres de todo.

Baldomero: Sobre ¿qué?

Mónica: Nuestros tíos encontraron a su hija.

Baldomero (se sorprende): ¿En serio?

Mónica: Así es y creo que me he llevado muy bien con ella.

Baldomero: ¿Es una broma, verdad?

Mónica: ¡No! Todo lo que te digo es verdad.

Baldomero: Eso no es de creerse.

Mónica: Quisiera que la conocieras, te caerá muy bien.

Baldomero observa a su hermana.

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INT. / HABITACIÓN / MANSIÓN URIARTE / NOCHE

Almendra entra a una habitación que va a quedarse, mientras que las acompaña Emilia, Clotilde y Rebecca.






Emilia: Este será tu habitación, la de huéspedes.

Almendra: Muchas gracias.

Emilia: Si pides alguna cosa, puedes llamar a Clotilde.

Clotilde hace un gesto de molestia.

Rebecca: Por supuesto, ten en cuenta que estás “trabajando” en esta casa.

Almendra se pone contenta y feliz, también Emilia, mientras que Rebecca y Clotilde ponen gesto de desagrado.

INT. / HABITACIÓN / HOTEL / NOCHE

Raúl continúa besándose con Isabel en la cama, tapados con una sábana. Suena el celular de Raúl, se trata de una llamada pérdida. Raúl coge su teléfono y ve que era Lorena. 




Raúl: Me tengo que irme. (Se levanta de la cama)

Raúl se abrocha el cinturón de su pantalón, mientras que Isabel está en su cama descansando.

Isabel: ¿Te vas a ir?

Raúl: Sí cariño, tengo un asunto de negocios.

Isabel: ¡¿De noche?!

Raúl: ¿Qué? ¿Estás celosa? Por favor, todos los días, sea día o noche se trabajan.

Isabel: Confío en ti, pero si me engañas con una largatona, no te la vas a acabar.

Raúl: No descuida, no va a pasar eso.

Raúl le besa la frente.

INT. / HABITACIÓN / MANSIÓN URIARTE / NOCHE

Rebecca y Úrsula están en el cuarto de la primera.




Rebecca: No bueno, sí que se pasan en traer a una cabaretera a pasar la noche aquí.

Úrsula: ¿De qué me hablas?

Rebecca: A que no sabes, ¿a quién trajo el imbécil de Julián? A una pobre diabla y cabaretera barata a trabajar aquí.

Úrsula (se persigna): ¡Ay Santo Dios! En una casa decente.

Rebecca (hablando con rabia): ¡Si vieras la clase de fichita que es! ¡Es, es como para matarla!

Úrsula: No bueno pero no pienses en eso.

Rebecca: Es que Julián la miro con ojos de borrego a morir, y yo lo quiero.

Úrsula: Haber hijita, tienes que ser muy inteligente, ella, como dices, es una cabaretera, tú tienes que reflejar y no caer al nivel de esa.

Rebecca: ¿Y qué quieres qué haga?

Úrsula: Pues, primero conócela mejor.

Rebecca y Úrsula se encuentran cuchicheando.

INT. / RESERVACIÓN / RESTAURANTE / NOCHE

Raúl conduce un auto de último modelo, sale de la puerta del piloto y se acerca a la del copiloto para abrir, y sale una despampanante mujer, se trata de Lorena.




Lorena: Gracias…es usted todo un caballero, como usted hay pocos.

Raúl: Favor que usted me hace. ¿Y cómo no comportarme con alguien así, como usted, mi bella dama?

Lorena sonríe coquetamente. Y se dirigen a la recepción de reservación.

Hombre de reservación: ¿Tiene reservación?

Raúl: Por su puesto.

Hombre de reservación: ¿A nombre de quién?

Raúl: Raúl San Roman.

Hombre de reservación (mira su lista): Es usted, pase por favor, su mesa está disponible.

Raúl pasa con Lorena. Ya van llegando con un mesero quien les indica su mesa.

Mesero: Su mesa.

Raúl se toma la molestia de arrimar la silla de la señorita y luego ella se sienta.

Lorena: Por lo que veo es usted muy galante.

Raúl: Como he dicho, ¿cómo no comportarme así, con usted?

Mesero (les interrumpe): Disculpen, buenas noches… ¿Desean ordenar algo?

Lorena observa la carpeta del menú.

Lorena: Pues bien no sé…la gastronomía de este lugar aun no es muy conocida por mí.

Raúl: Entonces puedo ayudarla.

Raúl le sonríe mientras que Lorena confía en el hombre.

INT. / PRESENTACIÓN / BAR “LA TONGELELE” / NOCHE



Rubí y Zoila se encuentran conversando.




Zoila: ¿Dónde está Almendra?

Rubí: La verdad es que Almendra no ha venido después que…

Zoila: Después ¿qué?

Rubí: Julián la vino a buscar.

Zoila: Con razón me pedía su dirección, nada más por eso.

Rubí: ¿Quién sabe? A lo mejor algo habrá pasado.

Daniel se acerca a ellas.



Daniel: ¿Qué sucede? Almendra no la veo por ningún lado.

Zoila: No va a  venir y supongo que no vendrá nunca.

Daniel se sorprende ante las palabras duras de Zoila.

INT. / HABITACIÓN / MANSIÓN URIARTE / NOCHE

Emilia y Rogelio están recostados en su cama de su propia habitación.




Emilia: Rogelio, no sabes lo agradecido que estoy contigo que dejaras que se quede Almendra.

Rogelio: Lo hice porque te veía feliz y porque no puedo dejar que pierda una oportunidad así, aunque eso no me quita de la cabeza que sea una vagabunda.

Emilia: Ya verás que ella cambiará para bien.

Rogelio: Pues eso espero, porque si no, deberás aceptar el fracaso en meterla aquí.

Emilia: No te preocupes, todo quedará bajo mi control.

Rogelio: Como te dije, eso espero.

Rogelio apaga la lámpara de su lado y se acuesta para dormir, mientras que Emilia también apaga la lámpara de su lado.

El día ha llegado. El sol sale de las cálidas aguas del mar de la ciudad de México.

INT. / HABITACIÓN / MANSIÓN SAN ROMAN / MAÑANA

Al día siguiente, Emilia se encuentra en la habitación de Mónica. Julián no está.




Emilia: ¿Cómo te sientes, hija?

Mónica: Muy bien, tía, dentro de lo que cabe.

Emilia: Me da gusto, vine a ver a Julián, pero ya me dijeron que no está y aproveche verte a ti.

Mónica: ¿Y para qué, tía?

Emilia: Bueno, quiero platicarle de Almendra.

Mónica (se sorprende al oír el nombre): ¿De quién?

Emilia: Almendra, ¿tú la conoces?

Mónica: Déjame recordarla…

Emilia: La muchacha que me llevo a la casa para que la ayudara.

Mónica (se levanta de su cama y no sale de su asombro): ¡¿Que hizo qué?!

Emilia se queda sorprendida al ver que Mónica no sabe nada

Emilia: ¿Qué te pasa Mónica? ¿Es que acaso no sabias nada?

Mónica: ¿Qué es lo que hizo Julián, tía?

Emilia: Eso te estoy contando, me llevo a una muchacha a vivir a mi casa, quiere ayudarla a encontrar el buen camino. Parece que ella trabajaba en un… bar. Pero bueno, la meta de Julián es que rectifique algo en su conducta.

Mónica (impactada): ¿Julián ayudo a la cabaretera?

Emilia: Pero hija… lo que pasa es que Almendra tuvo un problema, y bueno eso hizo parar a la cárcel, lo malo es tu tío se niega en aceptarla.

Mónica: ¡¿y porque tiene que ayudarla él?!

Emilia: La verdad no sabría decirte. Lo que sí sé, es que la muchacha no es mala. Pienso hacer de ella una joven de bien, hecha y derecha.

Mónica: Es una pena, pero Julián no me comento nada. De hecho aun no entiendo nada.

Emilia mira preocupada a su sobrina Mónica.

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INT. / PATIO / MANSIÓN URIARTE / MAÑANA

Almendra se encuentra conversando con Ramiro.




Ramiro: Vaya, así que trabajabas en ese bar.

Almendra (sonríe): Así que tú le contaste todo para que me metieran en esa bronca.

Ramiro: Está bueno, perdón, lo que pasa es que no te conocía y ahora me caes muy bien.

Almendra ríe, Rita se acerca a ellos.



Rita: Hola, veo que los dos se llevan muy bien.

Almendra: Sí, así es.

Ramiro: ¿Y cómo quedas en esta casa? ¿Cómo parte del personal de aquí?

Almendra: Bueno… en realidad no sabría decirte. Supongo que algo semejante. El doctorsito Julián me trajo aquí, pero la verdad no se en qué situación.

Rita: ¿Julián San Roman Rojas?

Almendra: Sí, ese mero.

Ramiro: Vaya que ese señor es buena gente.

Rita: La verdad que sí. Ojala y salga de la terrible situación que atraviesa.

Almendra: ¿A qué se refieren?

Rita: Pues, no es que sea chismosa, pero el señor Julián tiene una esposa enferma. La señora Mónica tiene leucemia.

Almendra: No puede ser.

En eso Almendra recuerda la vez que le tiro una bofetada y se siente culpable de ello. Almendra se va.

Rita: ¿Qué le paso? ¿Acaso dije algo malo?

Ramiro: Yo creo que sí.

Rita se queda preocupada por ello.

INT. / COCINA / MANSIÓN URIARTE / MAÑANA

Clotilde está sacando unos cubiertos y aparece Almendra, ella al principio estaba desorbitada, pero ella hace un intento de estar alegre…




Almendra: ¡Uy! ¿Cómo le va?

Clotilde (le hace gesto de molestia): ¿Qué se te ofrece?

Almendra: Pues a decir verdad, quería saber de usted.

Clotilde: Yo estoy bien.

Almendra: Ya me di cuenta, pero ¿qué me cuenta?

Clotilde: Pues yo no cuento nada, solo trabajo.

Almendra: Ah, ya veo.

Clotilde: Me tengo que irme. No me queda hablar con la clase de mujer que eres.

Almendra: ¡Hey, hey! ¿A quién te refieres?

Clotilde: Claro que a ti, ¿pues quién más? A poco crees, ¿qué vivirás como reina en esta mansión? Pues te equivocas, ya hay reyes y una princesa.

Almendra: ¡No he creído nada! Y menos un reina o princesa.

Clotilde: Que bien, entonces podemos contar contigo para la limpieza.

Almendra: Lo haré si me dicen a que he venido aquí.

Clotilde la mira con mucho desagrado.

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INT. / SALA DE ESTAR / MANSIÓN SAN ROMAN  / TARDE

Julián viene a la sala de estar, mientras que Mónica lo recibe…




Mónica: Me quieres explicar, ¿qué haces ayudando a Almendra, la cabaretera esa?

Julián (extrañado): ¿Qué dices?

Mónica: ¡No finjas Julián! Ya lo sé todo. Mi tía vino a aquí a contarme todo, le ofreciste trabajo a esa.

Julián: Mira…

Mónica: La estoy esperando Julián. Y que sea algo bueno.

Julián: Esa muchacha necesita ayuda, y yo se la estoy brindando.

Mónica: ¿Qué tipo de ayuda le ofreciste?

Julián: ¡Por favor, Mónica! Ella no es culpable de que su vida sea así, de alguna manera me siento responsable de ello.

Mónica (se extraña al oír ese comentario): ¿Responsable? ¿Por qué?

Julián se queda callado. Mónica se pone enfrente de él.

Julián: Cálmate que te puede alterar, recuerda que estas enferma.

Mónica: Me vale importa muy poco. ¿Cómo puedo calmarme?, cuando te veo en un bar con ella.

Mónica se lleva las manos a la cabellera. Ve que Julián no dice nada.

Mónica: Y por lo que veo… la ayudas como si fuese algo tuyo.

Julián: ¡Cálmate! No es así las cosas. Ya te explique!

Monica (empieza a lagrimear): ¿Qué pasa Julián, que pasa?!

Julián la ve y siente pena, y tiene un profundo malestar, por ser cobarde.

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En un parque…

Baldomero: Estás loca, Isabel. Quieres ir a buscar a Almendra.




Isabel: Por supuesto que sí, esa maldita merece pagar.

Baldomero: Ya olvídate de eso, lo importante es que no volvamos a caer en lo mismo.

Isabel: A mí me importa muy poco, esa Almendra nunca la soporte y merece un castigo.

Baldomero se queda mirándola.

INT. / ALBERCA / MANSIÓN URIARTE / TARDE

Rebecca y Úrsula están echadas en su sitios…





Rebecca: Ay tía, sabes, no ha pasado ni un día y no soporto a esa cabaretera bajo techo.

Úrsula: Ahora que la veo muy bien, ya me da algo de asquito.

Clotilde se acerca con una bandeja de dos vasos de limonada.

Rebecca: Ja, y eso que quiere estar con Julián, que lo olvide, él es mío.

Clotilde: Servido damas.

Úrsula: Ay qué bien, gracias.

Clotilde: No pude contenerme en escuchar su conversación.

Rebecca y Úrsula la miran.

Clotilde: Yo tampoco soporto a esa muchachita tan vulgar.

Rebecca: Pues ya somos tres.

Clotilde: Para cualquier cosa, yo estoy a su disposición.

Rebecca y Úrsula se miran entre sí.

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En el parque…




Baldomero: Deja ver; ¿qué puedo hacer?

Isabel sonríe y se burla de Baldomero.

Isabel: En lo que tú piensas, yo ya estoy actuando (sonríe).

Baldomero: ¿A qué te refieres?

Isabel sonríe con mucha malicia.

INT. / PLAYA DE ESTACIONAMIENTO / MANSIÓN URIARTE / TARDE

Emilia recoge a Almendra y le pide…





Emilia: Almendra, quiero que me acompañes hoy, iremos de compras.

Almendra: De acuerdo.

Ramiro: Muy bien, vámonos.

Ambas suben al coche y abordan un viaje.

INT. / PASILLOS / TIENDAS / TARDE

Isabel y Baldomero están paseando por el lugar.



Isabel: Tienes que comprarme un regalito, así lo quiso Raúl.

Baldomero: Dah, qué decepción.

Isabel: No te amargues, solo compláceme. Pon una sonrisa al menos.

Baldomero: Y ¿cómo hacerlo? Si no te puedo besar.

Isabel: Ay, no seas exigente.

Baldomero e Isabel siguen caminando. En tanto, Emilia y Almendra salen del coche con la ayuda de Ramiro.

Ramiro: Iré a pasear por alguna parte.

Emilia: No te preocupes, solo que nos recoges dentro de una hora.

Ramiro: Muy bien, ya regreso.

Almendra: Anda con cuidado.

Ramiro arranca el carro dejando a Almendra y Emilia, ellas dos entran a los pasillos. En tanto, Isabel y Baldomero pasan por el mismo camino…

Emilia: Ya regreso Almendra, voy a ver unas nuevas telas por allá.

Almendra: No se preocupe señora, yo la espero.

Emilia: Muy bien.

Emilia se va, mientras que Almendra se queda sentada en los bancos, Isabel va caminando por el mismo sitio de Almendra y se da cuenta de su presencia…




Isabel: Vaya, vaya, pero miren ¿quién tenemos aquí?

Almendra: ¿Tú qué haces aquí?

Isabel: Lo mismo te pregunto a ti.

Almendra: Eso a ti no te importa.

Isabel: Tampoco a ti, pero te presumo que ya tengo mi gran vida.

Almendra: ¿Qué? Después de salir de la cárcel. ¿Tan pronto ganaste mucho para presumirme?



Isabel: Aunque no lo creas, así es. Soy rica y me siento feliz de tener un marido.

Almendra: ¿De veras? Porque siento que hablas mucho de estar feliz, pero en el fondo te siento seca y miserable. No por nada fuiste a parar a la cárcel.

Isabel: Tú no cantas mal las rancheras, también fuiste a la cárcel por un crimen.

Almendra: Ese fue por un problema que me metieron, a ti no te importa.

Isabel: Claro que sí, por eso soy mejor que tú e hice bien en renunciar a ese cochino lugar.

Almendra: No vuelvas a decir eso del bar.

Isabel: Esa es la verdad, es un cochino y asqueroso lugar que solo las cabareteras como tú van.

Almendra (abofetea a Isabel): ¡Cállate! Eres una malagradecida, doña Zoila te abrió las puertas para seguir trabajando y tú eres una malagradecida.

Almendra trata de retirarse del lugar, en eso Isabel le jala de los cabellos.

Almendra (tratando de quitarla): ¡Oye, ¿qué haces?!

La gente mira todo lo que pasa, mientras Isabel quiere lastimarla, pero no lo logra y Almendra se quita de encima y le tira dos cachetadas. En eso Emilia va llegando y se da cuenta.




Emilia: Pero, ¡¿Qué significa esto, Almendra?!

Isabel se acomoda el pelo. Mientras que la protagonista Almendra se siente nerviosa ante la presencia de Emilia. Isabel sonríe de maldad, pues se ha dado cuenta que logro hacerla quedar mal.

CONTINUARÁ…

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