Capítulo 8:
Julián: Eso está en veremos, porque haré lo posible para que eso no suceda. Mónica tiene que vivir hasta su vejez. Y lo voy a lograr… ¡Lo prometo!
Leticia mira con sentimientos
de angustia a Julián.
EXT. / AUTOPISTA /
CIUDAD DE MÉXICO / NOCHE
Emilia: ¡Espera! Por
favor… no te pongas así, solo queremos ayudarte.
Ramiro: Es cierto, es
un gesto de su propia amabilidad, debes aceptarlo, sino quizás no cualquiera te
va a tratar mejor que mi señora Emilia.
Almendra (voltea a
verlos): Gracias por todo.
Emilia sonríe de
felicidad.
Emilia: Será mejor que le des una ayuda, Ricardo.
Almendra: No creo que deba molestarse tanto.
Rogelio: Muchacha, no es molestia, mi esposa quiere ayudarte, eso debes saberlo.
Rogelio saca de su cartera un par de billetes
Almendra (modesta): Ah, no, no por favor, no lo acepto, nada de eso. Les agradezco su amabilidad, y es todo, pero no me dejo llevar por el dinero.
Emilia sujeta el fajo
de dinero.
Emilia: Tómalo como una recompensa.
Rogelio: Anda muchacha, acéptalo.
Almendra: En verdad…
Almendra extiende su mano hacia la mano a Rogelio para despedirse.
Almendra: No lo necesito… bueno, gracias por todo.
Rogelio no insiste y acepta la mano de la joven. Siente algo extraño al sentir ese contacto. Luego, Almendra toma otra de su mano y lo hace con Emilia a la vez, que de igual manera siente una sensación que la pone nerviosa.
Vemos una imagen
retrospectiva de una niña pequeña acompañada de sus padres.
Almendra: Bueno… me voy, con permiso.
Rogelio: Esa muchacha
es muy humilde.
Ramiro: ¡Ándate por las veredas!
Emilia (lo regaña):
¡Ramiro!
Ramiro: ¡¿Qué?! Oins…
Almendra se va, y los esposos la observa.
EXT. / PLAYA DE
ESTACIONAMIENTO / CONSTRUCTORA SAN ROMÁN (MENOS UN PISO) / NOCHE
Don Raúl estaba a
punto de entrar a su camioneta, mientras que… Se aparece un personaje de la
historia… Baldomero.
Baldomero: Don Raúl,
quiero hablar con usted.
Raúl: ¿Qué quieres
inepto? Que no sabes que no te voy a
hacer regresar a mi casa.
Baldomero: Pero… Le
tengo una propuesta, es algo que a usted y a mí nos conviene.
Don Raúl se queda
pensativo ante la propuesta de Baldomero.
INT. / COCINA / CASA DE RUBÍ / NOCHE
Rubí: ¡Vaya te tardaste un chorro en venir para acá, amiga!
Almendra deja las bolsas con dificultad. Rubí observa que algo paso, porque ve a su amiga toda cansada.
Rubí (preocupada): ¿Qué te paso?
Almendra (disimula no dolerle): No, nada.
Rubí: ¿Cómo que nada? A mí no me engañas, me lo explicas ahorita.
Almendra: Está bueno… es que, es que casi me atropellan.
Rubí (alterada): ¡¿Qué?!
Almendra se queda
sorprendida ante la agitada Rubí.
INT. / PASADIZOS /
MANSIÓN SAN ROMÁN / NOCHE
Ya muy de noche.
Mónica pasa por los pasadizos y ve Baldomero entrar a su habitación. Observa
que se está arreglando para salir.
Mónica: ¿Cómo fue que regresaste?
Baldomero: Pues convencí al ruco a cambio de algo.
Mónica: Jejeje… Pero no le digas así a don Raúl, por lo menos agradece que te retorno en casa… Te echaba mucho de menos, hermano. (Abraza a su hermano.)
Baldomero: Yo también, hermanita.
Mónica: ¿Cómo fue que regresaste?
Baldomero: Pues convencí al ruco a cambio de algo.
Mónica: Jejeje… Pero no le digas así a don Raúl, por lo menos agradece que te retorno en casa… Te echaba mucho de menos, hermano. (Abraza a su hermano.)
Baldomero: Yo también, hermanita.
Mónica: Y bien, ¿a
dónde vas?
Baldomero: Por ahí, a
un asunto urgente.
Mónica: Te ves muy
sospechoso.
Baldomero: Por favor
Mónica, no estoy para sermones.
Mónica se sienta en la cama y empieza a lagrimear. En el espejo Baldomero observa y de repente le entra preocupación por ella.
Baldomero (preocupado): ¡¿Por qué lloras?! No me digas que es, porque no te hago caso. No es para tanto, ya bájale.
Mónica: No quería decírtelo, pero yo… tengo leucemia.
Baldomero se detiene y observa a su hermana en el espejo. Voltea.
Baldomero: ¿Qué dijiste?
Mónica: Tengo leucemia… y… me voy a morir.
Baldomero (se priva ante la confesión): No es posible.
Baldomero se queda observando a su hermana.
Mónica: Me lo confirmo Julián y en definitiva, voy a morir.
Baldomero: ¡Eso no puede ser! Tú no puedes tener una cosa así.
Mónica se queda resignada y Baldomero derrama unas cuantas lágrimas.
Mónica se sienta en la cama y empieza a lagrimear. En el espejo Baldomero observa y de repente le entra preocupación por ella.
Baldomero (preocupado): ¡¿Por qué lloras?! No me digas que es, porque no te hago caso. No es para tanto, ya bájale.
Mónica: No quería decírtelo, pero yo… tengo leucemia.
Baldomero se detiene y observa a su hermana en el espejo. Voltea.
Baldomero: ¿Qué dijiste?
Mónica: Tengo leucemia… y… me voy a morir.
Baldomero (se priva ante la confesión): No es posible.
Baldomero se queda observando a su hermana.
Mónica: Me lo confirmo Julián y en definitiva, voy a morir.
Baldomero: ¡Eso no puede ser! Tú no puedes tener una cosa así.
Mónica se queda resignada y Baldomero derrama unas cuantas lágrimas.
INT. / SALA DE ESTAR
/ MANSIÓN URIARTE / NOCHE
En el comedor,
Rogelio y Emilia comen, mientras que Rita pasa a preparar la cena en la mesa.
Rogelio se da cuenta lo distraída que está su esposa…
Rogelio: Emilia ¿en
qué piensas?
Emilia: En lo que paso ayer con esa joven.
Rogelio: ¿Así? Espero que no hayas tenido ninguna dificultad.
Emilia: No claro que no. Aunque te confieso que sentí algo raro por ella.
Rogelio: ¿Algo raro? (Probando bocados) ¿Como qué?
Emilia: No sé, como puedo explicártelo… es como si la conocieras de toda la vida.
Rogelio: Algo parecido me paso. Pensé que yo era el único, pero ya veo que no.
Emilia: ¿En verdad te paso lo mismo?
Rogelio: Debió ser la impresión. Por lo menos no paso nada grave
Emilia: Sí, es cierto.
En la cocina de la misma mansión, Ramiro está con su madre Rita, y al lado de ellos está la chismosa de Clotilde.
Emilia: En lo que paso ayer con esa joven.
Rogelio: ¿Así? Espero que no hayas tenido ninguna dificultad.
Emilia: No claro que no. Aunque te confieso que sentí algo raro por ella.
Rogelio: ¿Algo raro? (Probando bocados) ¿Como qué?
Emilia: No sé, como puedo explicártelo… es como si la conocieras de toda la vida.
Rogelio: Algo parecido me paso. Pensé que yo era el único, pero ya veo que no.
Emilia: ¿En verdad te paso lo mismo?
Rogelio: Debió ser la impresión. Por lo menos no paso nada grave
Emilia: Sí, es cierto.
En la cocina de la misma mansión, Ramiro está con su madre Rita, y al lado de ellos está la chismosa de Clotilde.
Ramiro: Y pensé que
la había matado a la chica, pero no.
Rita: Hay hijo, ten cuidado cuando manejas.
Clotilde (presumiendo): Mira que aquí solo vive gente decente, y tú lo puedes salir perdiendo por un atropello de esa magnitud.
Rita: Solo fue un accidente, no es para exagerar tanto.
Ramiro: Eso lo sé ahora, a pesar de todo, y sin ir más allá, les puedo decir que la joven… es hermosa.
Clotilde: Eso me huele a amor a primera vista.
Rita: Hay hijo, ten cuidado cuando manejas.
Clotilde (presumiendo): Mira que aquí solo vive gente decente, y tú lo puedes salir perdiendo por un atropello de esa magnitud.
Rita: Solo fue un accidente, no es para exagerar tanto.
Ramiro: Eso lo sé ahora, a pesar de todo, y sin ir más allá, les puedo decir que la joven… es hermosa.
Clotilde: Eso me huele a amor a primera vista.
Rita: ¿Cómo está eso?
Ramiro: Bueno, solo les puedo decir que la joven esta guapa. Ojala la vuelva a ver, sería algo padre.
Clotilde y Rita se miran entre sí.
Ramiro: Bueno, solo les puedo decir que la joven esta guapa. Ojala la vuelva a ver, sería algo padre.
Clotilde y Rita se miran entre sí.
INT. / CUARTO DE
MÓNICA Y JULIÁN / MAÑANA
Julián: ¿estás bien?
Mónica: Sí… asimilando todo.
Julián: Sé fuerte, sé que vas a derrotar a ese cáncer, amor.
Julián abraza a Mónica en la cama.
Mónica: Debo confesarte algo… tengo mucho miedo.
Julián: Nada malo te pasara, ya lo veras.
Mónica (derramando lágrimas): No quiero que me dejes, Julián. Me moriría si me dejas.
Julián: Eso no va a pasar.
Mónica: ¡Júramelo! Júrame que nunca me vas a dejar…por otra…¡júramelo!
Julián se le queda viendo a los ojos.
Julián: Te lo juro.
La vuelve abrazar. Mientras que Mónica se queda muy preocupada por su malestar.
Mónica: Sí… asimilando todo.
Julián: Sé fuerte, sé que vas a derrotar a ese cáncer, amor.
Julián abraza a Mónica en la cama.
Mónica: Debo confesarte algo… tengo mucho miedo.
Julián: Nada malo te pasara, ya lo veras.
Mónica (derramando lágrimas): No quiero que me dejes, Julián. Me moriría si me dejas.
Julián: Eso no va a pasar.
Mónica: ¡Júramelo! Júrame que nunca me vas a dejar…por otra…¡júramelo!
Julián se le queda viendo a los ojos.
Julián: Te lo juro.
La vuelve abrazar. Mientras que Mónica se queda muy preocupada por su malestar.
INT. / CAMERINO DE
ALMENDRA Y RUBÍ / BAR “La Tongelele” / NOCHE
La noche llego, y en
el bar “La Tongelele”, en el camerino, Almendra y Rubí entran…
Almendra: Y bien, me pondré ya el vestuario que Zoila nos compró.
Rubí: Me dijo Zoila que está muy bonito… Está super fashion.
Almendra (sonriendo): Pues debe ser así.
Almendra abre el armario y ve colgado el vestido rojo todo roto.
Almendra (impactada): ¡No puede ser!
Rubí: ¡¿Qué te pasa?!
Almendra saca el vestido roto del armario.
Almendra (enojada): ¡Está todo roto!
Rubí se impresiona.
Almendra: No tengo ¿qué ponerme?
Aparece Jaina con cinismo.
Jaina: “¿Qué paso? Alguien entro a tu camerino y te rompió el vestidito”… Y a poco la estrella del circo, se quedo sin que vestirse, jajajaja…
Almendra (furiosa): ¡Fuiste tú, verdad? ¡Fuiste tú!
Jaina sonríe de maldad sin contestar.
Almendra: Y bien, me pondré ya el vestuario que Zoila nos compró.
Rubí: Me dijo Zoila que está muy bonito… Está super fashion.
Almendra (sonriendo): Pues debe ser así.
Almendra abre el armario y ve colgado el vestido rojo todo roto.
Almendra (impactada): ¡No puede ser!
Rubí: ¡¿Qué te pasa?!
Almendra saca el vestido roto del armario.
Almendra (enojada): ¡Está todo roto!
Rubí se impresiona.
Almendra: No tengo ¿qué ponerme?
Aparece Jaina con cinismo.
Jaina: “¿Qué paso? Alguien entro a tu camerino y te rompió el vestidito”… Y a poco la estrella del circo, se quedo sin que vestirse, jajajaja…
Almendra (furiosa): ¡Fuiste tú, verdad? ¡Fuiste tú!
Jaina sonríe de maldad sin contestar.
Rubí: No cabe duda,
fuiste tú, la de esta cochinada.
Almendra: ¿Por qué lo hiciste, Jaina? ¡¿Por qué?!
Jaina: ¡Yo no hice nada, estúpida! Solo pase por aquí no más.
Almendra: No finjas, que tú misma te delatas.
Jaina: ¡Bueno, ya! ¡Sí fui yo! ¿Qué me vas hacer, acusarme con Zoila? ¡Ja! No tienes pruebas de nada, mamacita.
Rubí: Hay que ver que tú si le tienes envidia a mi amiga.
Jaina: ¡¿yo?! ¡¿Envidia de ésta?! Jajajaja…
Rubí: ¡Sí, envidia! Te da envidia que ella sea la reina de la noche y tu no, mamacita linda.
Jaina: A mí no me da envidia de nada, y menos a ti ¡Almendrita! Tu tanto como yo y las de aquí, eres una zorra de dos partes, ¡y ya!
Almendra: ¿Por qué lo hiciste, Jaina? ¡¿Por qué?!
Jaina: ¡Yo no hice nada, estúpida! Solo pase por aquí no más.
Almendra: No finjas, que tú misma te delatas.
Jaina: ¡Bueno, ya! ¡Sí fui yo! ¿Qué me vas hacer, acusarme con Zoila? ¡Ja! No tienes pruebas de nada, mamacita.
Rubí: Hay que ver que tú si le tienes envidia a mi amiga.
Jaina: ¡¿yo?! ¡¿Envidia de ésta?! Jajajaja…
Rubí: ¡Sí, envidia! Te da envidia que ella sea la reina de la noche y tu no, mamacita linda.
Jaina: A mí no me da envidia de nada, y menos a ti ¡Almendrita! Tu tanto como yo y las de aquí, eres una zorra de dos partes, ¡y ya!
Almendra le avienta
una enorme bofetada en la cara de Jaina. Está se pone en frente y la mira
retadora.
Almendra: ¡Te
equivocas conmigo!…a ese nivel no le llego. Perdida tal vez, porque sonrió
mucho, bailo y canto mejor que tú, y los clientes me prefieren a mí que a ti.
Pues bien, si lo soy. En cambio tú… no eres más que una chica sin suerte, que
por más que haga, fracasa…
Jaina: ¡Eso no es cierto! ¡Soy mejor que tú, maldita!
Almendra: Claro que eres mejor, que yo. Pero en pobreza del alma, porque seré una cualquiera y lo demás, pero ¡no estoy tan podrida como tú!
Jaina (frunce el seño): ¡Cállate!
Jaina le da una sonora cachetada a Almendra.
Jaina (hablando con rencor): ¡Maldita, te odio!
Almendra responde con otro golpe en la cara y se van a los trancazos las dos.
Rubí: Bien mana, ¡dale duro!
Jaina: ¡Maldita, gata! ¡Maldita prostituta de quinta!
Almendra: Muérdete la lengua antes de vomitar.
Y vemos la escena de golpes por parte de Almendra y Jaina, se jalan de los cabellos y se cachetean duro.
Jaina: ¡Eso no es cierto! ¡Soy mejor que tú, maldita!
Almendra: Claro que eres mejor, que yo. Pero en pobreza del alma, porque seré una cualquiera y lo demás, pero ¡no estoy tan podrida como tú!
Jaina (frunce el seño): ¡Cállate!
Jaina le da una sonora cachetada a Almendra.
Jaina (hablando con rencor): ¡Maldita, te odio!
Almendra responde con otro golpe en la cara y se van a los trancazos las dos.
Rubí: Bien mana, ¡dale duro!
Jaina: ¡Maldita, gata! ¡Maldita prostituta de quinta!
Almendra: Muérdete la lengua antes de vomitar.
Y vemos la escena de golpes por parte de Almendra y Jaina, se jalan de los cabellos y se cachetean duro.
INT. / SALA DE ESTAR
/ MANSIÓN SAN ROMÁN / NOCHE
Raúl: Por lo visto no puedes dormir, ¿verdad?
Julián: Sí, papá. No puedo dormir.
Raúl: Ya sé que Mónica lo sabe todo. ¿Qué piensas hacer?
Julián: Apoyarla, papá. Quiero que ella se recupere y viva sana.
Raúl (desesperado): ¡Por favor, Fernando! ¡Eso no lo crees ni tú mismo! ¡Ella no se va a recuperar nunca! ¡Entiéndelo!
Julián (contradictorio): ¡Claro que lo hará! Ella es fuerte y sí lo va a lograr.
Julián: Lo dudo mucho. Lo que te aconsejo es que la ayudes ahora, te divorcies de ella, o espera a que fallezca, y la cambias por otra. Una mujer que te dé hijos, ¿entiendes?
Julián: Papá, ¿qué dices? ¿Yo hijos? ¿Con otra?
Raúl: ¡Sí! ¡Hijos! ¡Ella no te ha dado nada de ello! ¡Está seca como una uva!
Julián: Papá…
Raúl: Yo solo quiero tener nietos antes de morir, y con ella no lo veré, jamás, y menos estando ella a punto de morir.
Julián se queda
consternado ante la respuesta de su padre. Raúl se retira dejando a Fernando
enojado con todo lo que discutieron.
INT. / CAMERINO DE
ALMENDRA Y RUBÍ / BAR “La Tongelele” / NOCHE
Almendra y Jaina se
siguen golpeando hasta más no poder. Cuando llega de improviso doña Zoila y se
impacta al verlas así.
Zoila: ¡OIGAN ¿QUÉ
PASA AQUÍ?! ¡Sepárense!
Doña Zoila se pone en
medio de ambas. Las dos se miran con rencor. Zoila le reclama a Rubí.
Zoila: (A Rubí.) ¡¿Y
tú?! Debiste detenerlas de una buena vez, ¿en qué cabeza cabe que le
consintieras a esta violencia? Bueno ¿en qué pensabas?
Rubí (nerviosa): Ay,
bueno, ósea, yo sí quería detenerlas, pero…
Zoila: No es cierto,
te escuche desde afuera que incitabas a esta violencia, me decepcionas mucho
Rubí rebelde.
Rubí: ¡Ay, pero
Zoila!
Zoila: Es que nada, (Hacia
Almendra y Jaina) Y en cuanto a ustedes dos chamacas del chamuco (le toma de
las orejas a cada una.) No las quiero ver pelearse por nada.
Almendra: ¡Ay!
(adolorida) Es que la Jaina me rompió mi vestido rojo.
Zoila: ¿Eso hiciste?
Jaina (nerviosa): Bueno,
no… Digo, sí, digo, no.
Zoila le avienta una
cachetada.
Zoila: Que decepción,
jamás lo vi venir de ti ¡Ahora quiero que te disculpes con Almendrita!
Jaina se le nota
pensativa, pero contesta…
Jaina (enfadada):
¡Nunca!
Jaina se va del
lugar.
Zoila: Esa
muchachita, sí que está perdida… Bueno en fin, alístense para la presentación,
empezamos con Rubí.
Rubí: ¡Ockie, dockie!
Almendra: ¿Y qué va a
pasar conmigo?
Zoila: Bueno, mi
niña… tendremos que hacer… unos cambios.
Almendra se extraña ante una Zoila ayudante.
INT. / DORMITORIO DE
RAÚL / MANSIÓN SAN ROMÁN / NOCHE
Baldomero: Bien, don
Raúl, ¿quiero proponerle algo?
Raúl: ¿Qué cosa
quieres?
Baldomero: Usted
quiere nietos, ¿no es así?
Raúl: A ti que te
importa eso.
Baldomero: Solo
hágame regresar a casa… yo le consigo a una fulana que se fije en Julián.
Raúl: Yo quiero para
mi hijo mujeres con clase, no fulanas.
Baldomero: No me
entiendo, ¿cierto? Usted quiere un nieto, mínimo, lo que tiene qué hacer, es
que esa fulana acepte una tranza de embarazarse y luego vender al chamaco,
luego lo consideran como hijo de sangre por parte del padre.
Raúl: Ah, ya veo tus
mañas, ¿quieres que te regrese para conseguir mujeres fáciles para mi hijo?
Baldomero: Así es.
Raúl: Y el perro se
comió tu tarea, ¡mejor lárgate!
Baldomero pone una
cara indiscreta, pero luego una maliciosa.
Baldomero: Pero… Su
hijo sigue enamorado de mi hermanita.
Raúl se fija en la
proposición de Baldomero.
Baldomero: No quiere
que una le arrebate el amor de mi hermana y que luego la abandonen, como al
hijo que van a tener en un futuro cercano.
Raúl lo mira con
discrepancia.
Fin del Flashback.)
Raúl cierra el libro
y sonríe con satisfacción, explicando el retorno de Baldomero a la mansión.
INT. / Presentación /
BAR “La Tongelele” / NOCHE
El público aplaude y sale Almendra con otro atuendo, él que Jaina le rompió y que tuvieron que recomponer con la ayuda de la costura de Zoila.
Zoila: ¡Ahora le
presento, a mi muchachita bomba! ¡ALMENDRA!
Se escucha cantar:
“Quiero Recuperarte”.
Termina el tema musical.
Almendra recibe los aplausos de todos hombres, ella esboza una sonrisa, Rubí también aplaude y se alegra por ella. Cerca de ahí esta Baldomero, que le sonríe, pero esa misma sonrisa se le quita cuando él mira al “Alacrán” acercándose.
Alacrán: Está buena la tipa esa, ¿no?
Baldomero: ¡Alacrán!
Alacrán: ¿Qué paso? ¿Por qué la sorpresa? Ya se te olvido que estás en mi bar.
Baldomero (nervioso): Sí, claro… con respecto a tu dinero, solo dame un poco más de tiempo para…
El “Alacrán” le toma
por porción la camisa de Baldomero.
Alacrán (hablando en voz baja): Escúchame bien, imbécil… quiero mi dinero, o tu cuello estará en peligro, ya te di mucho tiempo, y hora de que me pagues. (Le suelta la camisa.)
Baldomero: Conseguiré el dinero, y veras que no te quedare mal, te lo prometo.
Alacrán: No prometas nada. Solo cúmplelo y págame.
Zoila se levanta de su asiento y se dirige hacia Rubí, quien está detrás de bambalinas.
Zoila: Y bien, ¿qué te parece?
Rubí: ¡Wow! En verdad estuvo fabulosa con el vestido, parece que lo hiciera una diseñadora muy famosa, como las de Italia.
Zoila: Ay, me apeno,
pero el vestido lo hice.
Rubí (sorprendida):
¿En serio?
Zoila (sonríe): Sí,
así es.
Almendra se acerca a
su amiga.
Rubí: ¡Amiga! No te
creí lo que puedes ser capaz por pisar un escenario para amar.
Almendra: Ay no, exageras.
Rubí: Claro que sí,
el tema estuvo súper wow, el vestido regio y con el remiel, nombre ¡BELLÍSIMA!
Almendra: Muchas
gracias, te lo agradezco infinitamente, no lo podía lograr sin la ayuda de
Zoila, quien me hizo el vestido.
Zoila: Deberías ser
costurera en mis tiempos libre.
Almendra: Sí, porque
hiciste lo mejor con mi vestido, que creo que lo voy a destilar mañana también.
Zoila: Yo creo que
no, mañana es Domingo y no se trabaja
Todas se ríen y vemos
a una Jaina enfurecida a lo lejos del lugar.
INT. / SALA DE ESTAR
/ MANSIÓN URIARTE / MAÑANA
El día llego. El sol
sale del mar de aquella bella ciudad y puerto jarocho. Y en la mansión Uriarte,
reciben visitas de parte de Mónica y Baldomero.
Emilia: ¡Mónica! ¡Baldomero! ¡Qué alegría verlos por aquí!
Emilia: ¡Mónica! ¡Baldomero! ¡Qué alegría verlos por aquí!
Mónica: Tía, el
placer es todo nuestro, queríamos visitarte.
Baldomero (al contrario de él que se le nota que no quería venir): Claro que sí, tía.
Emilia: ¡Qué bueno!
¡Pasen y tomen asiento!
Mónica: Gracias.
Los tres toman
asiento y platican. Mónica se le nota la buena sonrisa a una tristeza profunda.
Emilia: Mónica, te
siento triste, ¿te pasa algo?
Mónica: Tía, es que… es que voy a morirme.
Emilia (sorprendida): ¿Por qué?
Mónica: Tengo… tengo leucemia.
Emilia (se pone la mano a la mandíbula): ¡Dios santo!, pero ¿qué dice Julián?
Mónica: Hay un tratamiento y me tengo que recuperar. Pero tengo miedo que el tratamiento sea un fracaso.
Emilia: Eso no te puede pasar. Tú eres muy fuerte y sé que saldrás victoriosa de todo.
Mónica: Gracias, tía, sus palabras son como un consuelo, para mí.
Mónica: Tía, es que… es que voy a morirme.
Emilia (sorprendida): ¿Por qué?
Mónica: Tengo… tengo leucemia.
Emilia (se pone la mano a la mandíbula): ¡Dios santo!, pero ¿qué dice Julián?
Mónica: Hay un tratamiento y me tengo que recuperar. Pero tengo miedo que el tratamiento sea un fracaso.
Emilia: Eso no te puede pasar. Tú eres muy fuerte y sé que saldrás victoriosa de todo.
Mónica: Gracias, tía, sus palabras son como un consuelo, para mí.
Baldomero
(interrumpiendo): Disculpen que las interrumpa, pero ahorita regreso.
Emilia: Está bien,
hijo, adelante.
Cuando Baldomero se va, Emilia y Mónica se ponen misteriosas.
INT. / OFICINA DE
ZOILA / BAR “La Tongelele” / MAÑANA
Zoila: ¡Adelante!
Jaina: ¿Qué hubo Zoila? Me llamaste muy tempranito.
Zoila: Quiero decirte que ayer me has decepcionado mucho.
Jaina: Claro que no, pero segurito que la Almendra es tu consentida. ¡No me lo niegues!
Zoila: Yo no tengo preferencias por nadie. Así que no me salgas con esos cuentos baratos. Tú lo que tienes es envidia.
Jaina: Envidia, ¡NADA! ¿Me escuchaste?
Zoila: Solo te digo que te paso este asunto. Pero donde me llegue a enterar que fuiste con lo mismo en contra de Almendra, no responderé de mí. ¿Estamos?
Jaina (rueda sus ojos): Si tú lo dices.
Jaina: ¿Qué hubo Zoila? Me llamaste muy tempranito.
Zoila: Quiero decirte que ayer me has decepcionado mucho.
Jaina: Claro que no, pero segurito que la Almendra es tu consentida. ¡No me lo niegues!
Zoila: Yo no tengo preferencias por nadie. Así que no me salgas con esos cuentos baratos. Tú lo que tienes es envidia.
Jaina: Envidia, ¡NADA! ¿Me escuchaste?
Zoila: Solo te digo que te paso este asunto. Pero donde me llegue a enterar que fuiste con lo mismo en contra de Almendra, no responderé de mí. ¿Estamos?
Jaina (rueda sus ojos): Si tú lo dices.
Doña Zoila se queda
mirándola pensativa.
INT. / SALA DE ESTAR
/ MANSIÓN URIARTE / MAÑANA
Baldomero se ve que
sale del baño, mientras que Mónica y Emilia continúan platicando.
Mónica: Tía, ya sé que te recuerdo a la hija que abandonaste hace tantos años.
Baldomero antes de pasar la línea de la sala, escucha la conversación.
Emilia: Así es, pero mira he pensado mucho en buscarla, hasta debajo de las piedras. No me quita de la cabeza que ya la encontré.
Baldomero (se queda extrañado y en sus pensamientos) ¿Una hija? ¿De Emilia?
Mónica: Así que la encontraste, tía.
Emilia: Más o menos.
Mónica: Entonces, ¿es una suposición? ¿Has pensado en contratar a un detective?
Emilia: La verdad, no lo sé. ¿Qué tal si Rogelio me detesta?
Mónica: ¿Por qué? ¿Por qué no le dijiste la verdad? Por lo menos dile, le costará mucho entenderlo, pero debes decírselo ¿cómo sucedieron las cosas?.
Baldomero (pensando) Así que la tía abandono a una hija, del cual no sabe el tío Rogelio.
Mónica: Pero bendito sea si… esa muchacha que me dices fuera tu hija, sería asunto arreglado.
Emilia: Eso sería bueno y fácil de encontrar. Ya que hace 20 años, no he sabido nada de mi pequeña niña.
Baldomero (pensando): Que interesante. (Sonríe con malicia) Esa ventaja la tengo en la palma de mi mano.
Baldomero va hacia ellas, fingiendo que no escucho nada.
Baldomero: Vaya,
siento la demora.
Emilia: Hijo, no me
contaste nada sobre ti. Es que Mónica y yo hace mucho que no nos hablamos y ya
la echaba de menos.
Baldomero: Sí, eso
entiendo, pero… sobre mí, no hay mucho que contar.
Emilia: Pero debes
tener algo en mente.
Baldomero voltea la
cara no mirando a las dos y sonríe con malicia.
INT. / OFICINA DE
ZOILA / BAR “La Tongelele” / MAÑANA
Zoila: Bien, me voy,
tengo asuntos que tratar. Y esta botellita la pondré en el estante.
Zoila deja el frasco en lo más alto del estante de libros y se va, dejando a Jaina.
Jaina: Que tontería, vieja de crepita.
Mira el frasco de veneno y lo toma.
Jaina: Veremos si respondes a esto Almendrita.
Jaina sonríe de maldad tomando el frasco con etiqueta de calavera.
Zoila deja el frasco en lo más alto del estante de libros y se va, dejando a Jaina.
Jaina: Que tontería, vieja de crepita.
Mira el frasco de veneno y lo toma.
Jaina: Veremos si respondes a esto Almendrita.
Jaina sonríe de maldad tomando el frasco con etiqueta de calavera.
CONTINUARÁ…