Capítulo 24:
“Las Secretas
Intenciones”
Almendra: ¡Hora sí me hiciste enfadar!
Pero Almendra no se deja y le tira un fuerte puñetazo en
la cara, lo que hace que Rebecca caiga a la piscina gritando. Almendra observa
asustada de lo que ha cometido. Úrsula mira y se va. Almendra no puede hacer
nada.
Almendra: No puede ser.
Úrsula: ¡Eres una perra, ¿cómo te atreves hacerle esto a
Rebequita?!
Almendra: ¡Ella empezó!
Úrsula: ¡No es cierto!
Emilia y Rogelio escuchan los ruidos y salen de la sala.
Igual está presente Clotilde con una charola. Se acercan a la alberca y se
sorprenden.
Rogelio: ¡¿Qué está pasando aquí?!
Emilia: Almendra, ¿qué pasó?
Úrsula: ¡Ella fue! ¡Ella lanzó a Rebecca a la alberca
apropósito!
Rogelio: ¡No puede ser! ¡Mi hija! (Mira furioso a
Almendra)
Almendra se siente culpable.
Emilia: ¡Ramiro!
Rogelio (contestando asustado): Saca a Rebecca de la
alberca…
Ramiro se quita los zapatos, el saco del uniforme, tira la
boina y se lanza a la alberca.
Almendra (asustada): ¡Yo no quería hacerle esto!
Úrsula: ¡Tú no sabes nada! ¡Rebecca no sabe nadar, por eso
no se mete NUNCA a la alberca!
Ramiro carga de los brazos a Rebecca y la saca del agua.
Rogelio, Emilia y Úrsula se preocupan mucho y Almendra se siente culpable.
EXT. / BAR “LA TONGELELE” / CIUDAD DE MÉXICO / MAÑANA
Daniel está abriendo con una llave el bar de Zoila, en eso
se aparece “La Jaina”, mejor dicho Isabel…
Isabel: Hola muchacho.
Daniel (extrañado): ¿Qué quieres?
Isabel: Ay pero qué patán eres.
Daniel: Pues no te conozco muy bien.
Isabel: Ya te dije que trabaje aquí.
Daniel: Por eso, trabajaste, cosa del pasado.
Isabel: Mira grosero, solo vine a hablar con Zoila.
Daniel: Pues yo no te conozco y no te puedo dejar entrar.
Isabel: Pero lo tienes que hacer porque conozco a Zoila.
Zoila se aparece…
Zoila: ¿Por qué te demoras mucho hijo?
Zoila mira que Daniel está acompañado de Isabel “La
Jaina”.
Zoila: ¿Y tú qué haces aquí?
Isabel: Vine hablar contigo Zoila.
Zoila: Yo no quiero hablar contigo, desde que te fuiste
para mí no existes.
Isabel: Entonces para que me hablas.
Zoila: Eres una grosera, pero bueno pásale.
Daniel: ¿Zoila?
Zoila: Yo me encargo de esto.
Zoila mira retadora a Isabel. Daniel se queda mirando a
ambas.
INT. / SALA DE ESTAR / MANSIÓN URIARTE / MAÑANA
Emilia está regañándole a Almendra, mientras están presentes
Rogelio, Clotilde y Rita, la segunda sonríe de satisfacción ante la escena.
Emilia: Estuviste a punto de matar a mi hija Rebecca, ¡¿No
te das cuenta?!
Almendra (apunto de derramar lágrimas): ¡Lo sé, lo siento
mucho, no quería hacerlo!
Rogelio: ¡Eres una inconsciente, que mal hice al
regresarte a esta casa!
Emilia: ¡¿No sé qué te lleva haciendo este tipo de
vandalismo?!
Rogelio: Lo mejor que podemos hacer es sacarla de esta
casa.
Almendra se siente acorralada en una disputa en quedarse o
irse.
INT. / HABITACIÓN / MANSIÓN URIARTE / MAÑANA
Úrsula: Hija contrólate, ya todo se está arreglando, a esa
cabaretera la están poniendo en su lugar y eso es lo que nos queda.
Rebecca hace gestos de desagrado.
Úrsula: Pero me asustaste mucho, porque no podías nadar y
eso me preocupaba.
Rebecca: Claro que sé nadar, pero no lo hice.
Úrsula: Me sorprendes, porque entonces lo que hiciste fue
apropósito.
Rebecca: Así es…
Úrsula: Pero ¿qué te hizo esa malnacida?
Rebecca: Eso no importa, lo que te puedo decirte es…
(Hablando con voz distorsionada) La voy a destrozar con ganas, se va a
arrepentir de haberme humillado y haré lo que sea para que se largue de mi
casa.
Úrsula: Bueno, ya veo que eres capaz de todo con tal de
acabar con esa tipa.
Rebecca está a punto de derramar lágrimas discretas de
odio. Úrsula la observa con miedo.
INT. / SALA DE ESTAR / MANSIÓN URIARTE / MAÑANA
Emilia: No quiero que salgas de tu cuarto hasta nuevo aviso.
Almendra: Es que... pero…
Rogelio: ¡Pero nada! Quédate en tu cuarto hasta nuevo aviso.
Emilia: Obedece Almendra.
Almendra se resigna y se va a la habitación. Al llegar allí, ella se recuesta en su cama boca abajo y se pone a llorar por culpa de Rebecca.
INT. / OFICINA DE ZOILA / BAR “LA TONGELELE” / MAÑANA
Zoila: ¿Qué se te ofrece?
Isabel: Pues… vengo a pagarte lo que te debía.
Zoila (recibe el dinero): Veo que tienes suerte a las
afueras, resultaste ser más fichita para no ser fiel al bar.
Isabel: Eso ya no importa, lo que importa es que tengo
dinero.
Zoila: ¿Sabes algo? Yo te estimaba mucho, pero ahora
resulta que me decepcionas.
Isabel: Hay pero a mí eso no me importa y que te quede
bien claro, si defendiste a Almendra en este cuchitril, afuera ella es
indefensa.
Zoila: Almendra se sabe defenderse sola.
Isabel: Jajaja… Por favor.
Está conversación ya se acabo y será mejor que te vayas.
Isabel: Me voy pero esto no se va a quedar así.
Isabel la mira retadora y luego se retira de su oficina.
Al salir ve a Daniel con el torso desnudo secándose de su muy marcado cuerpo.
Isabel: Interesante.
Daniel: ¿Qué estás mirando?
Isabel: Nada, solo que me pareciste interesante.
Daniel con una mirada desinteresada se siente intimidado,
mientras que Isabel lo mira con lascividad.
INT. / SALA DE ESTAR / MANSIÓN URIARTE / MAÑANA
Emilia: Me parece que fui dura con Almendra.
Rogelio: Es lo mejor que pudiste hacer. No debemos
permitir que ella siga atosigando a esta familia.
Emilia: Pero se veía arrepentida.
Rogelio: Sigo creyendo que fue mala idea que se quede en
la casa.
Emilia: Iré a su habitación.
Rogelio: ¡No lo hagas! Déjala que recapacite de todo el
mal que hizo.
Emilia: Pero…
Rogelio: Pero nada, ahora si me disculpas me tengo que
irme al trabajo.
Rogelio toma su portafolio del sofá y Clotilde le abre la
puerta.
En la calle un coche se detiene en frente de las rejas de
la mansión, allí adentro se encuentran Mónica y Rigoberto quien conduce. El
auto que conduce Rogelio sale y abre el portón, Rogelio se da cuenta de Mónica.
Rogelio: Hola sobrina. ¿Viniste a ver a Rebecca?
Mónica: Hola tío… Sí, eso creo.
Rogelio: Muy bien, nos vemos (arranca y se va).
INT. / COMEDOR / MANSIÓN URIARTE / MAÑANA
Clotilde: Señora, la señorita Mónica viene de visita.
Emilia: Muy bien, hágala pasar.
Clotilde abre la puerta y Mónica entra.
Mónica: Gracias Clotilde.
Clotilde: Adelante señorita.
Mónica camina hasta llegar hacia Emilia. Emilia se levanta
de su asiento.
Emilia: Mónica, ¿cómo estás?
Mónica: Muy bien.
Emilia: ¿Viniste a ver a Rebecca?
Mónica: No, vengo a ver a… Almendra.
Emilia se sorprende ante la respuesta de Mónica.
INT. / HABITACIÓN / MANSIÓN URIARTE / MAÑANA
Rita: Almendra, la señora Emilia quiere verte.
Almendra: ¿En serio? Entonces ya me perdono.
Rita: No lo sé, pero dice que vayas a la cocina.
Almendra: Está bien.
Almendra se levanta de la cama y sale de su cuarto junto
con Rita, la primera cierra la puerta.
INT. / COCINA / MANSIÓN URIARTE / MAÑANA
Almendra: ¿Quién es usted?
Mónica (voltea): La pregunta es, ¿nos conocemos? Y sí, soy
la esposa de Julián.
Almendra se sorprende.
INT. / AFUERAS / VECINDAD / TARDE
Rubí: Hola Daniel.
Isabel: Así que te llamas Daniel, ¿no es así?
Daniel voltea. Rubí abre los ojos como platos.
Rubí (sorprendida): ¡¿Tú?!
Isabel les sonríe con mucha satisfacción.
INT. / COCINA / MANSIÓN URIARTE / MAÑANA
Almendra: ¿Qué hace usted aquí?
Mónica: Soy pariente de Emilia y Rogelio Uriarte.
Almendra: No me diga.
Mónica: Sí te digo.
Almendra: ¿Qué quiere conmigo?
Mónica: Para empezar… Quiero que me aclares algo, ¿estás
enamorado de mi marido?
Almendra se queda petrificada.
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INT. / AFUERAS / VECINDAD / MAÑANA
Daniel se sorprende al ver a Isabel.
Daniel: ¿Cómo viniste aquí? ¿Me perseguiste?
Isabel: Ay, pero eso no tiene nada de malo.
Daniel: Para mí sí, es una violación a mi privacidad.
Rubí: Es cierto, ¿qué haces aquí? Tú no vives aquí.
Isabel (carcajea): Jajaja… La desubicada me viene a decir mi lugar.
Rubí: ¿Qué me dijiste?
Daniel (la detiene): Déjala, en serio ¿qué quieres conmigo?
Isabel: Conocerte un poco.
Daniel la mira extrañado.
INT. / COCINA / MANSIÓN URIARTE / MAÑANA
Daniel se sorprende al ver a Isabel.
Daniel: ¿Cómo viniste aquí? ¿Me perseguiste?
Isabel: Ay, pero eso no tiene nada de malo.
Daniel: Para mí sí, es una violación a mi privacidad.
Rubí: Es cierto, ¿qué haces aquí? Tú no vives aquí.
Isabel (carcajea): Jajaja… La desubicada me viene a decir mi lugar.
Rubí: ¿Qué me dijiste?
Daniel (la detiene): Déjala, en serio ¿qué quieres conmigo?
Isabel: Conocerte un poco.
Daniel la mira extrañado.
INT. / COCINA / MANSIÓN URIARTE / MAÑANA
Almendra: Sí y lo acepto, me enamore de su marido.
Mónica: Lo sabía.
Almendra: Aún así, yo no seré una obstrucción en sus
planes, por eso no voy a estar con él.
Mónica: ¿Por qué no? Si eso es lo que quiero.
Almendra (extrañada): ¿Qué dice?
Mónica: Te tengo una propuesta, más bien una condición.
Almendra la observa muy extrañada.
INT. / AFUERAS / VECINDAD / MAÑANA
Daniel le conversa a Isabel.
Daniel: No te conozco y por cierto estás loca.
Isabel: See... pero por ti.
Daniel: Por favor, yo no quiero nada contigo.
Rubí: Sí ya oíste queridita, así que “a volar”.
Isabel: Pues fíjate que no (cuelga de su hombro su bolso).
Daniel (le llama la atención): ¡Espera!
Isabel (voltea): Te veo después.
Daniel: No te conozco y por cierto estás loca.
Isabel: See... pero por ti.
Daniel: Por favor, yo no quiero nada contigo.
Rubí: Sí ya oíste queridita, así que “a volar”.
Isabel: Pues fíjate que no (cuelga de su hombro su bolso).
Daniel (le llama la atención): ¡Espera!
Isabel (voltea): Te veo después.
Isabel se va. Daniel se extraña mucho y Rubí se siente
confundida.
Daniel.- es su cartera. La ha olvidado
INT. / COCINA / MANSIÓN URIARTE / MAÑANA
Almendra: Me parece muy extraña, de hecho no la entiendo.
Mónica: Solo quiero ver a mi marido feliz y siento que tú
eres la indicada. (Almendra se extraña bastante y no la entiende). Bueno, me
tengo que irme, espero lo pienses muy bien para futuro. Ah, solo te digo, un
hombre como Julián es difícil encontrar y ustedes se aman.
Mónica se va, dejando a una Almendra confundida. Pasan
unas horas, Almendra está en la sala de estar, Julián adentra a la casa,
Clotilde le abre la puerta.
Almendra: Julián.
Julián: Almendra, ¿cómo estás?
Almendra: Te voy a ser franca, me quiero irme de esta
casa, ¡llévame contigo!
Julián: Tú no puedes estar diciendo eso.
Almendra: Claro que sí. Mira creo que también debo irme de
esta casa. Te agradezco todo, pero no se puede estar haciendo esto.
Julián: Almendra, no te puedes ir de aquí. No puedes echar
a perder todo. ¿Qué pasa? ¿Por qué ese cambio?
Almendra: Solo es cuestión de verlo. Yo no soy nada. Tú tienes una esposa buena, que te necesita, entiéndelo.
Julián: ¡No! ¡Entiéndelo tú! Almendra necesitas mi ayuda. Necesito que superes todo. No te puedes ir así, como así.
Almendra: ¡No quiero terminar más enamorada de ti! ¡Por favor vete!
Julián (se acerca a ella): No me voy, ni de aquí y ni de tu vida. Si tú eres terca, yo lo soy más.
Almendra derrama unas cuantas lágrimas. Rogelio se presencia.
Rogelio: ¡Julián!
Julián da pasos atrás, mientras Almendra se seca las lágrimas.
Julián: ¡Ricardo! ¡Buenas noches!
Rogelio: ¡Buenas noches! No sabía que estabas aquí.
Julián: Vine a ver a Almendra.
Rogelio: ¿Para qué?
Julián: Es que necesito checarla, como su psiquiatra personal la debo ver mañana en la mañana, para que empecemos con su tratamiento de superación.
Rogelio: Me parece bien. Y hablando de tratamiento, ¿cómo va Mónica?
Almendra se le queda fijamente viendo a Julián, quien se toma por sorpresa la pregunta
Julián: Bien, ella se mantiene de la mejor forma.
Rogelio: Excelente.
Julián: Espero que tome mejor las cosas para que se recupere lo más pronto posible.
Rogelio: Sabes, mañana la veré.
Julián: Muy bien, a ella le agradara la idea de verte.
Julián (ve su reloj): Bueno, creo que debo irme. Te veo mañana Almendra.
Almendra solo lo ve.
Julián: Buenas noches, Rogelio. Me saludas a Emilia.
Rogelio: Claro que sí. Dale un beso de mi parte a Mónica.
Julián se va. Almendra quiere irse pero..
Rogelio: Espera Almendra.
Almendra (se detiene y contesta): Sí, dígame.
Rogelio: Lo del tratamiento y deseo de superación aun no lo creo. Sé que fue una forma muy buena para evadir la justicia, pero bueno eso no lo discuto. Te lo digo para que no creas que nací ayer. Dale gracias a Julián que cuenta contigo para lo que sea.
Almendra: Yo no lo he creído tonto, señor. La tonta he sido yo.
Almendra se voltea, Rogelio la ve.
Almendra: Solo es cuestión de verlo. Yo no soy nada. Tú tienes una esposa buena, que te necesita, entiéndelo.
Julián: ¡No! ¡Entiéndelo tú! Almendra necesitas mi ayuda. Necesito que superes todo. No te puedes ir así, como así.
Almendra: ¡No quiero terminar más enamorada de ti! ¡Por favor vete!
Julián (se acerca a ella): No me voy, ni de aquí y ni de tu vida. Si tú eres terca, yo lo soy más.
Almendra derrama unas cuantas lágrimas. Rogelio se presencia.
Rogelio: ¡Julián!
Julián da pasos atrás, mientras Almendra se seca las lágrimas.
Julián: ¡Ricardo! ¡Buenas noches!
Rogelio: ¡Buenas noches! No sabía que estabas aquí.
Julián: Vine a ver a Almendra.
Rogelio: ¿Para qué?
Julián: Es que necesito checarla, como su psiquiatra personal la debo ver mañana en la mañana, para que empecemos con su tratamiento de superación.
Rogelio: Me parece bien. Y hablando de tratamiento, ¿cómo va Mónica?
Almendra se le queda fijamente viendo a Julián, quien se toma por sorpresa la pregunta
Julián: Bien, ella se mantiene de la mejor forma.
Rogelio: Excelente.
Julián: Espero que tome mejor las cosas para que se recupere lo más pronto posible.
Rogelio: Sabes, mañana la veré.
Julián: Muy bien, a ella le agradara la idea de verte.
Julián (ve su reloj): Bueno, creo que debo irme. Te veo mañana Almendra.
Almendra solo lo ve.
Julián: Buenas noches, Rogelio. Me saludas a Emilia.
Rogelio: Claro que sí. Dale un beso de mi parte a Mónica.
Julián se va. Almendra quiere irse pero..
Rogelio: Espera Almendra.
Almendra (se detiene y contesta): Sí, dígame.
Rogelio: Lo del tratamiento y deseo de superación aun no lo creo. Sé que fue una forma muy buena para evadir la justicia, pero bueno eso no lo discuto. Te lo digo para que no creas que nací ayer. Dale gracias a Julián que cuenta contigo para lo que sea.
Almendra: Yo no lo he creído tonto, señor. La tonta he sido yo.
Almendra se voltea, Rogelio la ve.
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INT. / OFICINA DE JULIÁN / CLÍNICA / MAÑANA
Al día siguiente, Almendra está sentada y dentro de la oficina de Julián. Éste le atiende…
Julián (sonríe): ¿Estás lista?
Almendra: Creo que sí.
Julián: Entonces hay que continuar con el tratamiento.
Almendra y Julian se quedan muy pensativos en la oficina.
EXT. / AFUERA DEL BAR “LA TONGELELE” / CIUDAD DE MÉXICO / MAÑANA
INT. / OFICINA DE JULIÁN / CLÍNICA / MAÑANA
Al día siguiente, Almendra está sentada y dentro de la oficina de Julián. Éste le atiende…
Julián (sonríe): ¿Estás lista?
Almendra: Creo que sí.
Julián: Entonces hay que continuar con el tratamiento.
Almendra y Julian se quedan muy pensativos en la oficina.
EXT. / AFUERA DEL BAR “LA TONGELELE” / CIUDAD DE MÉXICO / MAÑANA
El comandante Rivera de la policía junto a su pareja están
poniendo un sticker de clausurado, en eso vienen Zoila, Rubí y Daniel a ver que
el bar está clausurado.
Zoila (alterada): ¡¿Qué sucede aquí?!
Rivera: Lo siento señora, pero cerramos su ilegal sitio
por fraude y contrabando.
Zoila: ¿De qué está hablando?
Rivera: Estamos buscando a un tal Arturo “El Alacrán”.
Rubí se extraña al escuchar ese nombre.
EXT. / BOSQUE / CIUDAD DE MÉXICO / MAÑANA
Almendra está sorprendida.
Almendra: ¿Qué hacemos aquí?
Julián: Se me ocurrió hacer una terapia aquí.
Almendra (lo ve fijamente): No me gusta venir a un bosque, me aterra.
Julián: Es parte de la terapia, tienes que superar tus temores.
Almendra: Bueno, confiaré en ti.
Julián: Muy bien, tienes que ser fuerte y es ahora donde comenzamos a que tu superes todo.
Almendra se fija en él.
EXT. / AFUERA DEL BAR “LA TONGELELE” / CIUDAD DE MÉXICO / MAÑANA
Isabel estaba a punto de acercarse, pero en eso ve al comandante Rivera, quien la aprehendió hace mucho tiempo.
Rubí: Eso no puede ser.
Rivera: Lo siento, pero las leyes así lo estipulan, por escándalo lo pudimos pasar pero por contrabando, eso no le permitiríamos. ¡Vamonos! (Se van)
Isabel (se acerca): ¿Qué sucede?
Rubí: ¿Viniste a burlarte de nosotros?
Isabel se extraña mucho pues no siente eso. Mientras tanto, en el bosque, Almendra no se soporta.
Almendra: Quiero irme por favor, no quiero estar aquí.
Julián: No te preocupes, solo quiero ayudarte.
Almendra: Ya lo sé, pero no me gusta estar aquí.
Fernando. Ven, vamos a dar una vuelta.
Almendra: No quiero.
Julián: Por favor.
Almendra: No me obligues.
Julián le extiende la mano como símbolo de confianza. Almendra estaba dudando en aceptarlo, pero lo hace.
Almendra: Está bien.
Ambos se toman de la mano y caminan por el bosque.
Almendra se siente nerviosa.
Julián: Almendra, es hora de enfrentar la realidad
Almendra lo mira fijamente, está nerviosa y no sabe ¿qué hacer?
Almendra: ¿Qué es lo que piensas hacer?
Julián: Quiero que me digas todo lo que paso cuando te hicieron daño.
Almendra se pone tensa y el nerviosismo la pone temblorosa.
CONTINUARÁ…
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