Capítulo 12:
“El Plan Maligno”
INT. / SALA DE ESTAR
/ MANSIÓN URIARTE / TARDE
Aparece Rebecca en su
frente con una falsa mirada de consternación.
Úrsula: Ella es tu
hija…
Emilia derrama
lágrimas ante la presencia de su supuesta hija. Úrsula detrás sonríe con
malicia y Rebecca solo finge ser la más sorprendida.
Úrsula: No te alegra
reencontrarte con la hija que abandonaste alguna vez.
Rebecca (fingiendo): ¿ella es mi verdadera madre, tía?
Emilia: Es que… Esto
no es posible, mi hija, mi verdadera hija.
Emilia abraza a
Rebecca, sin saber que entre Rebecca y Úrsula planificaron muy bien al
engañarla, ellas se contesta de sonrisa malvada de una de la otra.
EXT. / AFUERA DEL
HOSPITAL / CIUDAD DE MÉXICO / TARDE
Almendra y Julián se
miran fijamente.
Julián: Almendra,
¿qué hay de nuevo?
Almendra: Nada, no
hay nada.
Almendra se aleja de
Julián.
Julián: Espera, ¿qué
te pasa?
Almendra: No me pasa nada, ya mismo no sabes que estoy ocupada, espero sienta que te deje a solas, pero me tengo que irme.
Julián: Puedo
acompañarte.
Almendra lo ve
indiferente.
Almendra: Pues…
Rubén: ¿Julián? ¿Por
qué te tardas mucho? Las medicinas de tu esposa, las que te indique.
Almendra: Me tengo
que irme.
Almendra se va y deja a Julián con Rubén.
INT. / PASILLOS /
MANSIÓN SAN ROMÁN / TARDE
Raúl camina y se topa a Mónica, la cual ella no le dirige la palabra.
Raúl: Es un juego tonto al hacerme la ley del hielo.
Mónica: Es mejor guardar distancia, ¿no lo cree?
Raúl: Lo pienso así. ¿Por qué no? ¿Cuándo será eso?
Mónica: ¿No lo entiendo?
Raúl: Lo que te molesto fue la verdad. Tú no has sido capaz de darle un hijo a Julián y no has sido capaz de darme un nieto, del cual deseo para que sea el heredero de mi fortuna.
Mónica: Me parece que con usted nunca llegare a nada. Pero tenga en cuenta que yo luchare por mi vida…y sí, también por un hijo, tanto mío, como de Julián.
Raúl: Ojala y sea cierto, porque otra mujer lo podría hacer mejor tu trabajo, ¿no lo crees así?
Mónica: A veces pienso que usted disfruta de mi sufrimiento.
Raúl: Nooo… no, para nada.
Mónica: Espero que no pueda seguir así con usted, con permiso.
Raúl no dice nada, solo observa que se va Mónica.
Raúl camina y se topa a Mónica, la cual ella no le dirige la palabra.
Raúl: Es un juego tonto al hacerme la ley del hielo.
Mónica: Es mejor guardar distancia, ¿no lo cree?
Raúl: Lo pienso así. ¿Por qué no? ¿Cuándo será eso?
Mónica: ¿No lo entiendo?
Raúl: Lo que te molesto fue la verdad. Tú no has sido capaz de darle un hijo a Julián y no has sido capaz de darme un nieto, del cual deseo para que sea el heredero de mi fortuna.
Mónica: Me parece que con usted nunca llegare a nada. Pero tenga en cuenta que yo luchare por mi vida…y sí, también por un hijo, tanto mío, como de Julián.
Raúl: Ojala y sea cierto, porque otra mujer lo podría hacer mejor tu trabajo, ¿no lo crees así?
Mónica: A veces pienso que usted disfruta de mi sufrimiento.
Raúl: Nooo… no, para nada.
Mónica: Espero que no pueda seguir así con usted, con permiso.
Raúl no dice nada, solo observa que se va Mónica.
INT. / HABITACIÓN DE
ZOILA / HOSPITAL / TARDE
Mientras tanto. Almendra pasa a la habitación. Para su sorpresa, no está Rubí, pero sí están doña Nata y un joven muy guapo…
Almendra: Ya llegue
(ve a doña Nata y Daniel). Tenemos visita, pero si yo la conozco, usted es la
bruja que lee las cartas.
Nata: Mira niña, no tienes que burlarte de mí, solo he venido a visitar a mi hermana mayor, ¿qué tiene eso de malo?
Almendra: ¿Su hermana?
Nata: Mira niña, no tienes que burlarte de mí, solo he venido a visitar a mi hermana mayor, ¿qué tiene eso de malo?
Almendra: ¿Su hermana?
Zoila: Así es
chamaca, ella es mi hermana, se llama Natalia, y es menor de catorce años.
Daniel: Qué bueno que te veo, Almendra
Almendra: ¿Qué pasa, Daniel?
Nata: ¿Qué crees que se le ocurrió al menso de mi hijo?
Daniel: Mamá, por favor.
Nata: ¡Nada! Es una burrada lo que quieres hacer.
Almendra: Pero, ¿qué pasa?
Daniel: Almendra… es que quiero que me ayudes en algo.
Zoila: Yo se lo advertí, pero bueno haya de tu hijo, Nata.
Almendra: ¿Ayudarte a qué?
Daniel: Quiero que me hagas el paro, para poder trabajar en el bar donde estas. Quiero saber si allí puedo hacer cualquier cosa.
Almendra: Bueno, eso no es raro, no tengo problemas con eso, depende de Zoila, si me deja entrarte al bar.
Daniel: Qué bueno que te veo, Almendra
Almendra: ¿Qué pasa, Daniel?
Nata: ¿Qué crees que se le ocurrió al menso de mi hijo?
Daniel: Mamá, por favor.
Nata: ¡Nada! Es una burrada lo que quieres hacer.
Almendra: Pero, ¿qué pasa?
Daniel: Almendra… es que quiero que me ayudes en algo.
Zoila: Yo se lo advertí, pero bueno haya de tu hijo, Nata.
Almendra: ¿Ayudarte a qué?
Daniel: Quiero que me hagas el paro, para poder trabajar en el bar donde estas. Quiero saber si allí puedo hacer cualquier cosa.
Almendra: Bueno, eso no es raro, no tengo problemas con eso, depende de Zoila, si me deja entrarte al bar.
Zoila: Por mí no hay
problema.
Nata (Pensamiento):
Se sorprenderán, ¿qué es lo que quiere mi hijo?
Almendra: Bueno,
entonces, ¡estás contratado!
Daniel: ¡Gracias!
Nata: Aún sigo
diciendo que deberías pensarlo.
Zoila: Hay un trabajo
no es malo, lo malo es trabajar.
Todos ríen, abren la
puerta una enfermera para chusear a todos. Ellos se silencian…
INT. / OFICINA DE
ZOILA / BAR “La Tongelele” / NOCHE
Ha pasado de noche.
Almendra en el escritorio de Zoila está atendiendo a “El Alacrán”, quien le da
indicaciones para contratar al servicio de limpieza.
Alacrán: Bien, estás
capacitada para administrar temporalmente este bar.
Almendra: Bueno, de entrada meto a Daniel, dice que con gusto le entra en las madrugadas.
Alacrán: Si el negocio marcha a flote, su paga será buena.
Almendra: No se preocupe, todo queda en mis manos.
Alacrán: Igual siempre confíe en ti. Sé que no me vas a decepcionar.
Alacrán se retira, en eso llega Jaina.
Almendra: Llegas tarde.
Jaina: A ti no te importa.
Almendra: Fíjate que Zoila regresa pronto.
Jaina: ¿Así? Pues fíjate que yo renunció.
Almendra: ¿A qué se debe tu renuncia? Quiero motivos.
Jaina: Las tienen de sobra, no las soporto, ni las trago, jamás fueron de mi agrado. Además, me ofrecen mucho mejor en mi otro empleo que conseguí.
Almendra: Es tu decisión, luego no regreses aquí a pedirme trabajo.
Almendra: Bueno, de entrada meto a Daniel, dice que con gusto le entra en las madrugadas.
Alacrán: Si el negocio marcha a flote, su paga será buena.
Almendra: No se preocupe, todo queda en mis manos.
Alacrán: Igual siempre confíe en ti. Sé que no me vas a decepcionar.
Alacrán se retira, en eso llega Jaina.
Almendra: Llegas tarde.
Jaina: A ti no te importa.
Almendra: Fíjate que Zoila regresa pronto.
Jaina: ¿Así? Pues fíjate que yo renunció.
Almendra: ¿A qué se debe tu renuncia? Quiero motivos.
Jaina: Las tienen de sobra, no las soporto, ni las trago, jamás fueron de mi agrado. Además, me ofrecen mucho mejor en mi otro empleo que conseguí.
Almendra: Es tu decisión, luego no regreses aquí a pedirme trabajo.
Jaina: Pedirte
trabajo, ¿yo a ti? Jajaja… No me hagas reír Almendrita que no me trague un
payaso, me largo porque sí, (chasqueando dedos) pintándome de colores. ¡Ah! Me
largo diciéndote que eres una malnacida, bastarda y pobre (haciendo “L” en su
frente) ¡looser!
Almendra: ¿Ya
terminaste?… Lárgate.
Jaina se va dejando a una seria Almendra, y ella satisfecha se dirige a la puerta y la avienta muy sonora hasta escuchar. Rubí aparece…
Rubí: Amiga, ¿qué paso? Parece que el diablo se nos presento.
Almendra: Es solo Jaina, que vino a renunciar y se fue.
Rubí: ¡¿Renunciar?! Es en serio, amiga.
Almendra: Por supuesto, no sabes todo lo que me vino a decirme.
Rubí: Seguro te dijo cosas muy feas.
Almendra: No bueno, fea es muy poco, fueron terribles y no quiero saber nada de ella.
Rubí: Te lo dije, esa
tipa era de mala agüero.
Almendra: No que va, ahora tenemos que contratar a otra chica para cubrir su puesto.
Rubí: No ¿para qué? Nosotras nos bastamos, incluso la Jaina salía sobrando.
Almendra: No que va, ahora tenemos que contratar a otra chica para cubrir su puesto.
Rubí: No ¿para qué? Nosotras nos bastamos, incluso la Jaina salía sobrando.
Almendra se queda
mirando a Rubí. Una cámara está grabando a las chicas hablando, en eso el
villano “El Alacrán” sonríe ante su acto, grabó toda la conversación que
estaban Almendra y Jaina, que la reproduce una repetición.
EXT. / CALLE / CIUDAD DE MÉXICO / NOCHE
EXT. / CALLE / CIUDAD DE MÉXICO / NOCHE
Jaina con un abrigo
de cuero y una minifalda ve a Baldomero, quien la cito para conversar, ambos se
saludan y toman asiento en una banquilla de la parada…
Jaina: Ya renuncie a
ese cuchitril de bar, ahora cuéntame el plan.
Alacrán: Así que
tienen un plan…
Se sorprenden al
escuchar a “El Alacrán” que viene acompañado de Rigoberto.
INT. / PRESENTACIÓN /
BAR “La Tongelele” / NOCHE
Pasan unas horas. La función acabó. Daniel se encuentra limpiando los pisos. Almendra conversa con Rubí…
Almendra: Hay algo que no me cuadra en nada.
Rubí: ¿Qué?
Almendra: Que de repente de la nada renunciará Jaina, cuando ella siempre quiso ser la dueña y sucesora de Zoila, a decir verdad, siempre la veía atenta a todas sus peticiones, y ahora renuncié.
Rubí: Yo creo que se harto y como te dijo, no nos aguanto en nada.
Almendra: Pero aún así es extraño. Además, dijo que le ofrecieron lo mejorcito que nosotras.
Rubí: Presumida, haber ¿cuánto le dura el dinero que va ganar?
Almendra se queda pensativa. En eso, Julián aparece ante un local que está cerrando, está discutiendo con Daniel, Almendra y Rubí les llama la atención…
Julián: Déjame pasar, conozco a la administradora.
Daniel: Ya le dije que no, usted es un extraño.
Julián (gritando): ¡ALMENDRA!
Daniel: ¡Dejé de gritar por favor!
Almendra y Rubí se avecinan.
Almendra: ¿Qué pasa? (Ve a Julián)… Julián.
Julián: Almendra… quiero hablar contigo.
Almendra: De acuerdo, pasa.
Julián se adentra al bar. Daniel duda…
Daniel: Pero, Almendra.
Almendra: No te preocupes, si quiero dejar pasar a este hombre es por mi cuenta.
Almendra y Julián se van. Mientras tanto… En un cuarto oscuro Baldomero y Jaina están sentados, como un tipo de interrogatorio en frente de Alacrán y Rigoberto.
Rigoberto: Es mejor que hablen de una buena vez. ¿Qué planes tienen?
Baldomero (asustado): No sé nada.
Alacrán: Entonces tu amiga sufrirá las consecuencias. (Saca un arma y le apunta a la cabeza.)
Jaina (horrorizada): ¡NO POR FAVOR! ¡LO DIRÉ, LO DIRÉ TODO!
Alacrán: Así me gusta, saben que puedo ser su mejor amigo, pero hay momentos en que uno no puede abusar tanto, ¿no es así Baldomero?
Baldomero (pasmado): Por supuesto.
Rigoberto: ¡Habla, imbécil!
Baldomero: Bueno, nosotros planeábamos que Jaina podría ser la supuesta hija de los Uriarte, para así tomar en posesión de su dinero y sus riquezas.
Alacrán: Jajajajajaja… ¿escuchaste eso Rigo? Dicen que planeaban. No que va, me hubieran invitado para darle un toque realista. Lo que más adoro es el dinero, eso lo sabes verdad Baldomero. (Le apunta su cañón.)
Baldomero: CLa-cla-claro.
Alacrán: Muy bien, los apoyaré, estaré al pendiente de todos sus movimientos, el dinero será repartido a mi conveniencia, ¿les quedo claro?
Pasan unas horas. La función acabó. Daniel se encuentra limpiando los pisos. Almendra conversa con Rubí…
Almendra: Hay algo que no me cuadra en nada.
Rubí: ¿Qué?
Almendra: Que de repente de la nada renunciará Jaina, cuando ella siempre quiso ser la dueña y sucesora de Zoila, a decir verdad, siempre la veía atenta a todas sus peticiones, y ahora renuncié.
Rubí: Yo creo que se harto y como te dijo, no nos aguanto en nada.
Almendra: Pero aún así es extraño. Además, dijo que le ofrecieron lo mejorcito que nosotras.
Rubí: Presumida, haber ¿cuánto le dura el dinero que va ganar?
Almendra se queda pensativa. En eso, Julián aparece ante un local que está cerrando, está discutiendo con Daniel, Almendra y Rubí les llama la atención…
Julián: Déjame pasar, conozco a la administradora.
Daniel: Ya le dije que no, usted es un extraño.
Julián (gritando): ¡ALMENDRA!
Daniel: ¡Dejé de gritar por favor!
Almendra y Rubí se avecinan.
Almendra: ¿Qué pasa? (Ve a Julián)… Julián.
Julián: Almendra… quiero hablar contigo.
Almendra: De acuerdo, pasa.
Julián se adentra al bar. Daniel duda…
Daniel: Pero, Almendra.
Almendra: No te preocupes, si quiero dejar pasar a este hombre es por mi cuenta.
Almendra y Julián se van. Mientras tanto… En un cuarto oscuro Baldomero y Jaina están sentados, como un tipo de interrogatorio en frente de Alacrán y Rigoberto.
Rigoberto: Es mejor que hablen de una buena vez. ¿Qué planes tienen?
Baldomero (asustado): No sé nada.
Alacrán: Entonces tu amiga sufrirá las consecuencias. (Saca un arma y le apunta a la cabeza.)
Jaina (horrorizada): ¡NO POR FAVOR! ¡LO DIRÉ, LO DIRÉ TODO!
Alacrán: Así me gusta, saben que puedo ser su mejor amigo, pero hay momentos en que uno no puede abusar tanto, ¿no es así Baldomero?
Baldomero (pasmado): Por supuesto.
Rigoberto: ¡Habla, imbécil!
Baldomero: Bueno, nosotros planeábamos que Jaina podría ser la supuesta hija de los Uriarte, para así tomar en posesión de su dinero y sus riquezas.
Alacrán: Jajajajajaja… ¿escuchaste eso Rigo? Dicen que planeaban. No que va, me hubieran invitado para darle un toque realista. Lo que más adoro es el dinero, eso lo sabes verdad Baldomero. (Le apunta su cañón.)
Baldomero: CLa-cla-claro.
Alacrán: Muy bien, los apoyaré, estaré al pendiente de todos sus movimientos, el dinero será repartido a mi conveniencia, ¿les quedo claro?
Baldomero y Jaina se
les nota lo decaído de sus rostros por lo del fallido plan. Mientras que
Alacrán y Rigoberto sonríen con malicia.
INT. / OFICINA DE ZOILA / BAR “La Tongelele” / NOCHE
INT. / OFICINA DE ZOILA / BAR “La Tongelele” / NOCHE
Almendra: Bueno, ¿de
qué me quieres hablar?
Julián: Quería
buscarte y saber de ti. La verdad (se pone romántico) es que te extraño mucho,
en nuestro último encuentro, te prometí verte seguido.
Almendra: Pero bueno,
estuvo muy ocupado como yo también lo estuve tanto.
Julián: ¿Sabes qué?
(Almendra voltea al verlo.)
Julián le da un beso
en la mejilla, el cual hace estremecer a Almendra y a la vez, la hace temblar,
sacándole lo seria que estaba.
Julián: Me tengo que irme… hasta luego.
Almendra (paralizada): Ha-ha-hasta luego.
Almendra ve irse a Julián, sintiendo vibraciones por dentro y abriendo y cerrando los ojos.
INT. / HABITACIÓN / MANSIÓN SAN ROMÁN / MAÑANA
Al día siguiente, Emilia se mira al espejo de su tocador y viendo a Rogelio acostado en la cama. Esta nerviosa, y sin querer tira un frasco de perfume que despierta a Rogelio.
Rogelio: Zzz… ¿qué paso?
Emilia: ¡Ay! Tire un frasco de perfume por accidente.
Rogelio: ¿Qué sucede? has estado intranquila. ¿Te paso algo, amor?
Emilia: No es nada, solo cosas que me preocupan, como Mónica.
Rogelio: Sí, yo también me sentiría mal por ella.
Emilia se ve decidida a confesarlo todo.
Emilia: Rogelio… ¿tú perdonarías un secreto oculto en nuestro matrimonio?
Rogelio: ¿Cómo?
Emilia: Es que si yo tuviera un secreto de tantos años que nunca te lo conté y encima te lo oculte, ¿me perdonarías?
Rogelio: ¿A qué viene esa pregunta? ¿Tienes que decirme algo?
Emilia no aguanta más y le confiesa…
Emilia: ¡Sí! Te tengo que contar todo… Todo lo que me paso antes que tú y yo nos casáramos.
Rogelio en su cama acostado se queda mirándola.
Julián: Me tengo que irme… hasta luego.
Almendra (paralizada): Ha-ha-hasta luego.
Almendra ve irse a Julián, sintiendo vibraciones por dentro y abriendo y cerrando los ojos.
INT. / HABITACIÓN / MANSIÓN SAN ROMÁN / MAÑANA
Al día siguiente, Emilia se mira al espejo de su tocador y viendo a Rogelio acostado en la cama. Esta nerviosa, y sin querer tira un frasco de perfume que despierta a Rogelio.
Rogelio: Zzz… ¿qué paso?
Emilia: ¡Ay! Tire un frasco de perfume por accidente.
Rogelio: ¿Qué sucede? has estado intranquila. ¿Te paso algo, amor?
Emilia: No es nada, solo cosas que me preocupan, como Mónica.
Rogelio: Sí, yo también me sentiría mal por ella.
Emilia se ve decidida a confesarlo todo.
Emilia: Rogelio… ¿tú perdonarías un secreto oculto en nuestro matrimonio?
Rogelio: ¿Cómo?
Emilia: Es que si yo tuviera un secreto de tantos años que nunca te lo conté y encima te lo oculte, ¿me perdonarías?
Rogelio: ¿A qué viene esa pregunta? ¿Tienes que decirme algo?
Emilia no aguanta más y le confiesa…
Emilia: ¡Sí! Te tengo que contar todo… Todo lo que me paso antes que tú y yo nos casáramos.
Rogelio en su cama acostado se queda mirándola.
INT. / LIVING /
MANSIÓN SAN ROMÁN / MAÑANA
Mónica está preocupada y Leticia está presente. Raúl está a lo lejos llegando…
Mónica: ¿No ha llegado?
Leticia: No, es extraño que no pasara en su casa con usted.
Mónica: Creo que estoy sintiendo perder a Julián. Poco a poco lo voy viendo irse de mí.
Leticia: No diga eso niña. Usted no debe pensar en ello.
Mónica: La verdad sí, cada vez siento que el amor de Julián diluye hasta cero.
Raúl, quien se va acercando, sonríe con satisfacción.
Mónica está preocupada y Leticia está presente. Raúl está a lo lejos llegando…
Mónica: ¿No ha llegado?
Leticia: No, es extraño que no pasara en su casa con usted.
Mónica: Creo que estoy sintiendo perder a Julián. Poco a poco lo voy viendo irse de mí.
Leticia: No diga eso niña. Usted no debe pensar en ello.
Mónica: La verdad sí, cada vez siento que el amor de Julián diluye hasta cero.
Raúl, quien se va acercando, sonríe con satisfacción.
Rogelio: ¿Qué sucede?
Emilia dime, ¿qué me quieres confesar?
Emilia derrama
lágrimas discretas y llorando.
Emilia: Rogelio… Tú y
yo… Hace mucho tú y yo nos amábamos (Rogelio le presta atención), y en eso,
éramos muy jóvenes y no nos cuidamos.
Rogelio (lo mira
extrañado): Me estás asustando…
Emilia: Rogelio… Yo salí
embarazada de ti, hace veinte años (Rogelio se impacta) y ese embarazo tuvimos
a una hija.
Rogelio: Entonces,
¡¿dónde está nuestra hija?!
Emilia (respirando
los mocos): La abandoné…
Rogelio queda
impactado ante esta noticia.
Emilia: Pero, han
pasado años y tras muchos años de búsqueda e investigación, por fin la encontré
y está sana.
Rogelio se queda
consternado ante la confesión de su esposa.
EXT. / CALLE / CIUDAD DE MÉXICO / MAÑANA
Baldomero está en un teléfono público, tocando los botones para llamar a Lucyfer. En su oficina, Lucyfer recibe una llamada.
EXT. / CALLE / CIUDAD DE MÉXICO / MAÑANA
Baldomero está en un teléfono público, tocando los botones para llamar a Lucyfer. En su oficina, Lucyfer recibe una llamada.
Lucyfer: ¿Aló?
Baldomero: ¿Bueno?
Señora, dime, ¿alguien vino a preguntarle sobre la niña?
Lucyfer: Que bueno
que me llama, justamente un sujeto me dio una dirección y número telefónico
para contactarlo.
Baldomero: Bien, yo
te pago lo que quieras, pero ahora dame el número.
Lucyfer: Muy bien
anoté…
Baldomero anota en su
libreta…
Baldomero: Bien, eso
es todo, gracias.
Cuelga, luego mira el
número que apunto y marca con los botones para llamar al detective Lara, se
tapa la nariz y finge la voz para llamarlo.
Baldomero: ¿Bueno?
Lara: Sí, ¿quién me habla?
Baldomero: Eso no importa, solo le doy aviso de una joven que busca, una chica muy bella de veinte años, hermosa, de test blanca y todo.
Lara (sorprendido): ¿De verdad? ¿En dónde la puedo localizarla?
Baldomero: Usted apúnteme la dirección que le voy a dictar.
Lara: Dígame, ¿cómo consiguió mi teléfono?
Lara anota la dirección.
Baldomero: Eso no importa (Pausa). Solo vaya y busque a la muchacha (Pausa). Buenos días (Cuelga).
Lara se queda pensativo. Saca de su bolsillo su celular y marca al teléfono de la sala de la mansión San Román. En la mansión San Román, suena el teléfono y contesta Leticia…
Leticia: Sí, ¿bueno?
Lara: Buenos días, me puede comunicar con la señora Mónica, habla Lara.
Leticia: Buenos días, en un momento le traigo a la señora Mónica.
En eso Mónica baja las escaleras.
Leticia: Es para usted… dice que es Lara.
Mónica: Okey, gracias.
Mónica agarra el teléfono.
Mónica: Sí, ¿bueno?…
Lara: Buenos días señora Mónica, me dieron pistas para saber el paradero de la heredera Uriarte.
Mónica (sorprendida): Muy bien, entonces ¿ya la tienen con ustedes?
Lara: Claro que no, voy para allá. Solo le informo que no le cuente nada a los señores Uriarte.
Mónica: No se preocupe, justo ahora voy saliendo a la casa de mi tía (Pausa). Muy bien, tengo anotado la dirección (Pausa). Hasta luego (Cuelga).
Baldomero: ¿Bueno?
Lara: Sí, ¿quién me habla?
Baldomero: Eso no importa, solo le doy aviso de una joven que busca, una chica muy bella de veinte años, hermosa, de test blanca y todo.
Lara (sorprendido): ¿De verdad? ¿En dónde la puedo localizarla?
Baldomero: Usted apúnteme la dirección que le voy a dictar.
Lara: Dígame, ¿cómo consiguió mi teléfono?
Lara anota la dirección.
Baldomero: Eso no importa (Pausa). Solo vaya y busque a la muchacha (Pausa). Buenos días (Cuelga).
Lara se queda pensativo. Saca de su bolsillo su celular y marca al teléfono de la sala de la mansión San Román. En la mansión San Román, suena el teléfono y contesta Leticia…
Leticia: Sí, ¿bueno?
Lara: Buenos días, me puede comunicar con la señora Mónica, habla Lara.
Leticia: Buenos días, en un momento le traigo a la señora Mónica.
En eso Mónica baja las escaleras.
Leticia: Es para usted… dice que es Lara.
Mónica: Okey, gracias.
Mónica agarra el teléfono.
Mónica: Sí, ¿bueno?…
Lara: Buenos días señora Mónica, me dieron pistas para saber el paradero de la heredera Uriarte.
Mónica (sorprendida): Muy bien, entonces ¿ya la tienen con ustedes?
Lara: Claro que no, voy para allá. Solo le informo que no le cuente nada a los señores Uriarte.
Mónica: No se preocupe, justo ahora voy saliendo a la casa de mi tía (Pausa). Muy bien, tengo anotado la dirección (Pausa). Hasta luego (Cuelga).
Mónica antes de
salir, aparece Baldomero en su frente.
Mónica: Con permiso.
Baldomero ignora a su
hermana y pasa a su habitación.
INT. / HABITACIÓN /
MANSIÓN SAN ROMÁN / MAÑANA
Emilia y Rogelio están saliendo de su casa, dirigiéndose a su auto con el chofer Ramiro.
Emilia y Rogelio están saliendo de su casa, dirigiéndose a su auto con el chofer Ramiro.
Ramiro: ¿A dónde los
llevo?
Emilia: Llévanos a…
El auto arranca y
llevan a Rogelio y a Emilia a su próximo destino.
INT. / BARRIO
CALLEJÓN / CIUDAD DE MÉXICO / MAÑANA
Lara llega en su auto, lo estaciona afuera del barrio. Llega a un barrio que está en las peores condiciones de higiene, llega a un departamentito con número indicado en la tarjeta. Toca la puerta… y abre Isabel (Jaina).
Lara: ¿Isabel Álvarez?
Isabel: Sí, soy yo… ¿quién es usted?
El detective Lara la
mira de pies a cabeza, y ella lo mira con mucha duda.
INT. / SALA DE ESTAR
/ CASA DE ÚRSULA / MAÑANA
Úrsula y Rebecca
están sentadas en el sofá, la segunda lee una revista de moda. Tocan la puerta.
Úrsula se levanta a atenderla y se sorprende al ver a Emilia y Rogelio.
Úrsula: ¡Amiga!
Rogelio. Pasen, pasen…
Emilia: Gracias.
Rebecca se da cuenta
de la presencia de Emilia y se levanta. Emilia se siente consternada y se
acerca a ella a abrazarla…
Emilia: Rogelio… Ella
es mi hija… Nuestra hija.
Rogelio se queda
consternado ante la presencia de Rebecca, con una Úrsula contenta de su gran
farsa y una Rebecca fingiendo estar sorprendida.
INT. / BARRIO
CALLEJÓN / CIUDAD DE MÉXICO / MAÑANA
Isabel: ¿Qué se le ofrece, niurs?
Lara: Hace rato hable con una persona que se mostró interesada en que buscaba.
Isabel: No entiendo lo que dice.
Lara: Dígame… ¿cuántos años tiene jovencita?
Isabel: 20 años.
Lara: ¿Y sus padres no están?
Isabel: Mis padres adoptivos hace tiempo que murieron. Vivo sola
Lara: Adoptivos, ¿dijo?
Isabel: Sí, así es, pero ¿a qué viene tanto interrogatorio?
Lara: Lo que pasa es que soy detective y si creo que es la persona que busco, vendrá conmigo.
Isabel se queda mirándolo
extrañada al detective.
INT. / SALA DE ESTAR / CASA DE ÚRSULA / MAÑANA
Rogelio ya no puede
contener las lágrimas de alegría y toca el rostro de su supuesta hija, Rebecca,
y luego se abrazan. Úrsula sonríe hipócrita y Emilia se estremece ante una
escena de padre e “hija”…
Rogelio: Hija…
Rebecca (fingiendo):
Papá…
Úrsula: Bueno, esto
hay que celebrarlo.
Emilia: Tienes razón,
¿qué les parece si nos vamos a la mansión?
Rogelio deja de abrazar a Rebecca.
Rogelio: Por supuesto
Úrsula está invitada.
Úrsula (se toca el
pecho): Honor a quien lo amerita, jejeje…
Todos sonríen ante
una tremenda farsa que viven Emilia y Rogelio.
INT. / BARRIO
CALLEJÓN / CIUDAD DE MÉXICO / MAÑANA
Isabel: Explíquese
por favor.
Lara: Bien iré al grano, ¿en qué orfanato fue recogida?
Isabel: Pues si bien lo recuerdo, en uno que estaba por Campeche. Se llamaba Las Marjories.
Lara se queda impactado.
Lara: ¿Me puede decir los nombres de sus padres?
Isabel: ¿Y para qué los quiere tener?
Lara: Solo quiero que me los proporcione. Si todo sale como espero, sabrá que es lo que busco
Isabel se queda extrañada contando todo detalle a detalle al detective.
INT. / CASA DE RUBÍ / VENCIDAD / TARDE
Almendra a punto de abrir la puerta de la casa, Daniel le pasa la voz…
Daniel: ¡Hola, Almendra!
Almendra: ¡Hola, Daniel! Pasa.
Daniel: Gracias, vine a verte para que me des la orden para los siguientes eventos para esta noche.
Almendra: De hecho, eso siempre hacemos, ya eres nuevo y eso es obvio, ¿seguro que viniste por eso?
Daniel: (sorprendido) ¿Eh?, no, pero quería pedirte, si me puedo quedarme contigo para irnos juntos al bar.
Almendra: ¡Suena bien!
Daniel: Entonces, te seré buena compañía.
Almendra: Jejeje… de acuerdo.
Lara: Bien iré al grano, ¿en qué orfanato fue recogida?
Isabel: Pues si bien lo recuerdo, en uno que estaba por Campeche. Se llamaba Las Marjories.
Lara se queda impactado.
Lara: ¿Me puede decir los nombres de sus padres?
Isabel: ¿Y para qué los quiere tener?
Lara: Solo quiero que me los proporcione. Si todo sale como espero, sabrá que es lo que busco
Isabel se queda extrañada contando todo detalle a detalle al detective.
INT. / CASA DE RUBÍ / VENCIDAD / TARDE
Almendra a punto de abrir la puerta de la casa, Daniel le pasa la voz…
Daniel: ¡Hola, Almendra!
Almendra: ¡Hola, Daniel! Pasa.
Daniel: Gracias, vine a verte para que me des la orden para los siguientes eventos para esta noche.
Almendra: De hecho, eso siempre hacemos, ya eres nuevo y eso es obvio, ¿seguro que viniste por eso?
Daniel: (sorprendido) ¿Eh?, no, pero quería pedirte, si me puedo quedarme contigo para irnos juntos al bar.
Almendra: ¡Suena bien!
Daniel: Entonces, te seré buena compañía.
Almendra: Jejeje… de acuerdo.
Daniel le sonríe,
pero dentro de él quiere confesarle su amor a ella.
INT. / SALA DE ESTAR / MANSIÓN SAN ROMÁN / TARDE
Mónica estaba
esperando sentada en el sofá leyendo una revista. Mientras en la puerta van
llegando Emilia, Rogelio, Rebecca y Úrsula con unas bolsas de compras.
Mónica: No quise esperarme tanto tiempo, tía. Tengo que decírtelo algo importante.
Emilia: Que bueno hija, pero quiero compartirte esto.
Mónica: Es que me llamo el detective Lara y me informo sobre tu hija, ya la encontraron.
Emilia: Supongo que sí, porque ya la tengo aquí presente.
En eso Rebecca se
presenta hacia Mónica.
Monica: Bueno, suena muy apresurado. Pero jamás creí tenerla presente.
Monica: Bueno, suena muy apresurado. Pero jamás creí tenerla presente.
Emilia: A veces se
siente muy apresurado todo, pero con o sin investigaciones, ya tengo a mi hija
a mi lado.
Rogelio: ¡Mónica! Quédate a cenar con nosotros.
Emilia está contenta, mientras que Mónica tiene dudas hacia la nueva mujer Rebecca.
INT. / LAVADERO / VECINDAD / TARDE
Doña Nata está lavando la ropa en el lavadero con sus manos, fregando los trapos…
Rubí: Me dejo picada con lo de Almendra, así que vengo a que me lea las cartas, doña Nata.
Nata (fregando): Solo que esta vez, te diré que ahora si cobro.
Rubí: Hay doña Nata, que mala. A Almendra le hizo el trabajo gratis.
Nata: Pos debiste aprovechar. Pero bueno, te haré un descuento, no más porque se trata de ti.
Rubí: Ok, doña. Pero ya dígame lo que me depara el destino.
Nata y Rubí ya están adentro, la primera divide las cartas en tres partes sobre la mesa. Doña Nata señala las cartas de derecha, centro e izquierda.
(Comienza música incidental.)
Nata: Este es el presente, y este el futuro, en ésta el pasado.
Nata empieza a sacar la del futuro, son cuatro cartas de abajo.
Nata: Bueno aquí me dice que estas muy enamorada de un joven muy guapo.
Rubí: Bueno, me dice lo mismo que Almendra.
Nata: Espérate. Luego aquí me dice que él te corresponde. Que si tú y él quiere pueden hacer una gran vida.
Rubí: Ojala. (Pensando en Rubén.) Si él me propusiera matrimonio, no lo pensaría dos veces.
Nata: Pero aquí dice que no llegaras a casarte con él.
Diluye la sonrisa de Rubí.
Rubí: ¿cómo?
Nata: Al parecer vivirás en armonía, pero no llegaras a casarte con él. Tu amor terminara en una…
Rubí: En una ¿qué?
Nata: Hay hija, tuviste razón, tú y Almendra, tiene casi el mismo destino.
Rubí (preocupada): Dígame, ¿qué pasara?
Nata: Pasarás por muchas tragedias, sangre…
Rubí se impacta ante la confesión de doña Nata en su predicción.
(Termina el incidental.)
Rogelio: ¡Mónica! Quédate a cenar con nosotros.
Emilia está contenta, mientras que Mónica tiene dudas hacia la nueva mujer Rebecca.
INT. / LAVADERO / VECINDAD / TARDE
Doña Nata está lavando la ropa en el lavadero con sus manos, fregando los trapos…
Rubí: Me dejo picada con lo de Almendra, así que vengo a que me lea las cartas, doña Nata.
Nata (fregando): Solo que esta vez, te diré que ahora si cobro.
Rubí: Hay doña Nata, que mala. A Almendra le hizo el trabajo gratis.
Nata: Pos debiste aprovechar. Pero bueno, te haré un descuento, no más porque se trata de ti.
Rubí: Ok, doña. Pero ya dígame lo que me depara el destino.
Nata y Rubí ya están adentro, la primera divide las cartas en tres partes sobre la mesa. Doña Nata señala las cartas de derecha, centro e izquierda.
(Comienza música incidental.)
Nata: Este es el presente, y este el futuro, en ésta el pasado.
Nata empieza a sacar la del futuro, son cuatro cartas de abajo.
Nata: Bueno aquí me dice que estas muy enamorada de un joven muy guapo.
Rubí: Bueno, me dice lo mismo que Almendra.
Nata: Espérate. Luego aquí me dice que él te corresponde. Que si tú y él quiere pueden hacer una gran vida.
Rubí: Ojala. (Pensando en Rubén.) Si él me propusiera matrimonio, no lo pensaría dos veces.
Nata: Pero aquí dice que no llegaras a casarte con él.
Diluye la sonrisa de Rubí.
Rubí: ¿cómo?
Nata: Al parecer vivirás en armonía, pero no llegaras a casarte con él. Tu amor terminara en una…
Rubí: En una ¿qué?
Nata: Hay hija, tuviste razón, tú y Almendra, tiene casi el mismo destino.
Rubí (preocupada): Dígame, ¿qué pasara?
Nata: Pasarás por muchas tragedias, sangre…
Rubí se impacta ante la confesión de doña Nata en su predicción.
(Termina el incidental.)
CONTINUARÁ…
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