martes, 8 de septiembre de 2015

Capítulo 11: “La Estafa”

Capítulo 11:

“La Estafa”



INT. / HABITACIÓN DE MÓNICA Y JULIÁN / MANSIÓN SAN ROMÁN / NOCHE

Mónica se queda pasmada.




Mónica (impactada): Eso no puede ser.

Leticia: Pero es una sospecha. Yo no creo que él llegue a tanto.

Mónica: No lo sé… pero algo dentro de mi interior, me dice que sí, no me sorprendería que eso fuera cierto.

Leticia: No desconfíes de tu hermano, cálmate, dejemos en sospecha.

Mónica: Solo hay una manera de averiguarlo. ¿Está Baldomero en su cuarto?

Leticia: Sí, pero…

Mónica no la escucha y sale apresurada de la habitación. Abre la puerta y se encuentra a su hermano terminándose de arreglar.



Mónica: Dime que tú no has sido el que robo mi pulsera. ¡Dímelo!

Baldomero: Oye, ¿qué te pasa? ¿Por qué entras así a mi recamar?

Mónica: ¿Te robaste mi pulsera? ¿Sí o no?

Baldomero: Me estás calumniando. ¿Cómo es posible que me digas eso? ¡Por Dios!

Mónica: Todo coincide en tu contra. Solo dime, es verdad ¿sí o no?

Baldomero: Claro que no…

Mónica: Entonces, ¿qué hacías en mi habitación esta mañana? Porque después fuiste a casa de mi tía Emilia, tarde. No quieras verme la cara de estúpida.

Baldomero: ¡Esto no lo voy a soportar! Si quieres creerme, y si no, me da lo mismo.

Mónica (derramando lágrimas discretas): Es que tiene razón, Julián, al decir que hemos dejado mucha confianza, te damos la mano y tú nos tomas el pie.

Baldomero: ¿Qué sabe Julián? Por favor ni que el fuese un santo de mi devoción, ya que lo vi en…

Baldomero calla al último minuto, había hablado de más. Leticia se acerca a la puerta y oía de tras de todo.


INT. / OFICINA DE ZOILA / BAR “LA TONGELELE” / NOCHE

Almendra está en el teléfono y cuelga. Jaina entra a la oficina toda cínica…




Jaina: Por lo visto, ya se subieron de rango, hasta me la vas a reemplazar a doña Zoila.

Almendra: ¿De qué hablas?

Jaina: Por lo visto se te olvido que Zoila está enferma, mas no muerta.

Almendra: Claro que no se me olvido. Es más, te informo que “El Alacrán” me puso a cargo del puesto de Zoila hasta su retorno.

Jaina la ve con mucha furia. Almendra queda satisfecha con su respuesta.

INT. / HABITACIÓN DE BALDOMERO / MANSIÓN SAN ROMÁN / NOCHE

Mónica se sorprende más con la casi confesión de Baldomero…




Mónica: ¿Qué dijiste? ¿A dónde viste a Julián?

Baldomero queda pasmado y se toca la cabeza.

Baldomero: Esta bien,. Para que veas que no soy la única oveja negra de la familia… Juliancito, ayer, estaba muy bien acompañado de una bella mujer, bailando, platicando y tomaditos de la mano… del cual se ve que ellos se entiende muy bien.

Mónica (sorprendida): ¿Qué estás diciendo?

Baldomero: Lo que oíste. Don Raúl lo indujo a Julián a buscar otra mujer, ya sabes a “reemplazarte”, y lo peor es que se encontró con Almendrita, sí esa, la que vino a esta casa la otra vez, la prostituta.

Mónica cierra los ojos y recuerda a Almendra, y las miradas de ella y su marido.

Mónica: Eso no es cierto. No es cierto (empieza a derramas lágrimas).

Baldomero: Sepa ¿si quieres creer?…Pero él te engaña, hermana. ¡Te engaña con otra!

Mónica: ¡No es verdad! ¡NO! ¡Cállate!

Mónica abofetea a Baldomero, éste se soba la mejilla del dolor.

Baldomero: Si no me crees, no me importa. Pero esa es la verdad. Vamos, pregúntaselo, haber si es capaz de negarlo. O si no, ve con tu suegro…vamos a ver si el también lo niega.

Mónica sale de la habitación y se topa con Leticia, quien está nerviosa, no dicen nada y la joven sigue su camino. Leticia ve a Baldomero.

Leticia: ¿Por qué eres tan cruel con ella?

Baldomero: ¡Tú no te metas sirvienta metiche!

Leticia se va. Baldomero se toca las mejillas, nervioso.

INT. / OFICINA DE ZOILA / BAR “LA TONGELELE” / NOCHE

Almendra y Jaina se disputan…




Jaina: Que hipócrita eres, Almendra… finges preocuparte, cuando no es verdad.

Almendra: Hay por favor… esta noche no me harás enojar. Estoy tan alegre que tus intrigas se me resbalan como mantequilla

Almendra se va al baño. Rubí se acerca.



Rubi: Solo te digo una cosa, Jaina. A mí nadie me quita de la cabeza que fuiste tú, la del pedo éste de Zoila. No sé por qué, pero presiento que fuiste tú la que trato de envenenar.

Jaina se pone nerviosa ante tal comentario, pero sonríe.

INT. / DESPACHO / MANSIÓN SAN ROMÁN / NOCHE

Mónica entra al despacho de Homero.




Raúl (sorprendido): ¿Qué pasa aquí?

Mónica: ¿Es verdad que Julián estuvo con otra mujer?

Raúl ¿Qué?

Mónica: Dígame ¿si es cierto? Que él y usted fueron a un bar donde trabaja una de las amigas de Baldomero, de las que trajo la otra noche.

Don Raúl se queda pasmado ante una retadora Mónica.

INT. / OFICINA DE ZOILA / BAR “LA TONGELELE” / NOCHE

Jaina responde agresivamente a Rubí…




Jaina: ¡Que estúpida eres! Sin duda alguna la tontería más grande que has dicho.

Rubí: ¡Ay, ¿si, verdad?! Creo que se me paso la mano contigo en sospechar de ti… (Jaina sonríe con malicia) O te compones, o yo misma haré que te compongas bien derechita.

Rubí se va dejando a Jaina muy ofendida.

INT. / DESPACHO / MANSIÓN SAN ROMÁN / NOCHE

Mónica y Raúl discuten…




Raúl: Veo que tu hermanito, ya te vino con el chisme.

Mónica: Entonces, ¿es verdad?

Raúl (le contesta descaradamente): Ni para que ocultártelo. Yo no iba hablar, pero Julián estuvo con una bella mujer de un bar, que por cierto no es nada serio. Aunque en sí, era muy buena relación de ellos dos.

Mónica: ¿Qué es lo que pretende? ¿Por qué manipula así a Julián?

Raúl: Yo no manipulo a nadie, pero hay que admitir la verdad. Tú no eres mujer para mi hijo. ¡Nunca lo fuiste!

Mónica (derrama lágrimas discretas): ¡Cállese!

Julián entra al despacho todo sorprendido.

Julián: ¡Papá!

Mónica se da cuenta de la presencia de Julián.



Julián (molesto): ¡No te atrevas a decirle esas cosas!

Raúl: Yo nada más decía la verdad. Tu mujer debería saber que no puedes estar atado a ella siempre, ya eres grande.

Mónica: Julián, ¿cómo me explicas que ya estés con otra mujer?

Julián (sorprendido): ¿De qué hablas?

Raúl: Tu cuñadito le canto las verdades del día, que fuimos los tres al bar a visitar a Almendra.

Mónica: Me dijo todo, que estuviste contento con ella. Con la tal Almendra, la que vino una vez aquí.

Julián: Todo tiene una explicación.

Mónica: Solo dime la verdad… ¿te estás hartando de mi?

Julián: ¡NO! ¿Cómo puedes decir esas cosas?

Mónica: Apreciaría la sinceridad, pero siento decirte que no.

Julián: Es que yo no quise traicionarte, fue mi padre que me obligo.

Mónica: ¡Claro, tu padre! ¡Tú no eres un títere, eres un adulto!

Raúl (bostezando): Me dan flojera escucharlos, en verdad. Lo mejor es que se larguen de una vez, no pretendo perderles la reconciliación.

Raúl pasa por encima de ellos.

Julián: ¡Papá!

Raúl se detiene.

Julián: No quiero que te metas en mis asuntos. Te lo advierto…

Raúl: No me tienes que advertir nada. Soy tu padre y si me meto o no, es cosa mía.

Julián: Resulta que soy mayor de edad y puedo hacer lo que deseo.

Raúl: Bien… yo igual, y más siendo tu padre que me tienes que obedecerme.

Raúl se retira dejando a Julián molesto.

Julián abraza Mónica.

Mónica (consternada): Está dispuesto a separarnos.

Julián: Lo sé, pero yo te amo Mónica. Y no pasará nada… nada.

Mónica (tocándose el pecho): Ciento que te estoy perdiendo fuerzas, Julián. Lo siento.

Julián (preocupado): Eso no pasará. Tú y yo esteremos juntos, hasta el resto de nuestros días.

Mónica lo besa.

INT. / PRESENTACIÓN / BAR “LA TONGELELE” / NOCHE

Almendra termina de cantar, recibe los aplausos del público. La joven se le nota tristeza, ya que la persona que buscaba no había llegado.



Almendra (pensando): ¡Qué tonta soy! Debe estar con su esposa.

En el mismo lugar llega Baldomero en busca de alguien. Se ve que pregunta a una persona y se va. Tocan la puerta.




Jaina: ¡Adelante!

Pasa Baldomero, con una sonrisa.

Baldomero: Sí, ya entré, Jaina.

Jaina se voltea y sonríe.

Jaina: ¡Ah! Pero si eres tú, pásale. Si vienes a ver a la Almendrita deja te digo que no te quiere recibir, ya que ahora se siente la dueña y señora del bar…

Baldomero: Pero si no vine a ver a Almendrita, sino a ti.

Jaina: ¿A mí? ¿Qué pasa conmigo? ¿Para qué me buscas?

Baldomero (acercándose a ella): Pues… para decirte lo despampanante que luces.

Jaina (presumiendo): ¡Ay! Bueno, yo nunca he dudado de mi belleza y de mi talento.

Baldomero: Yo tampoco.

Jaina: ¿A qué vas venido?, porque no es solo para admirarme, tal vez vienes a ver a la otra cara de yegua de Rubí, ¿no?

Baldomero: No, claro que no.

Baldomero se sienta.

Baldomero: Ni por esa, ya te dije, te quiero a ti.

Jaina: ¿para qué solicitas mis servicios?

Baldomero: Te necesito ahora, Jaina. Te necesito.

Jaina: ¿De qué diablos me estás hablando?

Baldomero: Te ofrezco la riqueza y la buena vida que siempre has querido llevar… te ofrezco un gran tesoro.

Jaina: ¿De cuál te fumaste?

Baldomero: Te estoy diciendo la verdad, es un nuevo negocio que te tengo.

Jaina (dudando): ¿Un negocio?

Baldomero: Así es, es un negocio en donde te tienes que aparentar ser la hija pérdida de los ricos Uriarte.

Jaina se extraña, luego esboza una sonrisa cínica.

Jaina: ¡Ja, ja, ja, ja!

Baldomero la mira muy satisfecho.

Jaina: ¿Me estás hablando en serio?

Baldomero sonríe con malicia ante una riente Jaina.

INT. / HABITACIÓN DE JULIÁN Y MÓNICA / MANSIÓN SAN ROMÁN / NOCHE

Julián esta acostado junto a Mónica la cual abraza, sin decir nada. El primero está mimando tiernamente a la segunda, la cual accede…




Julián (pensando): ¿Por qué no puedo dejar de sentirme culpable?… por Mónica y por ella… Por Almendra.

Julián se queda mirando el techo abrazado de Mónica.

INT. / CAMERINO DE JAINA / BAR “LA TONGELELE” / NOCHE

Jaina cierra la puerta…

Jaina: ¿Qué cosa me acabas de decirme?

Baldomero: Lo que oíste. Quiero que seas la niña pérdida de “los padres estos de los Uriarte”.

Jaina: Pero, lo que me pides es mucho, no le entro a esta actuación.

Baldomero: Lo tengo bien planeado. Es cuestión de que decidas. No tengo otra candidata más que tu, mi reina.

Jaina se observa en el espejo

Jaina: Pero es peligroso, en cuestión de sospechas sabrán que no soy la hija pérdida.

Baldomero: Pero los hechos hablaran más que todo y es ahí donde debes entrar en acción.

Jaina: ¿Cómo?

Baldomero: Gánate el amor de ellos. Si llegasen a descubrirlo, debes haber logrado que te quieran, como si realmente, fueses su hija. Solo así... aseguras tu pase a la clase alta.

Jaina: La idea no es mala.

Baldomero: Pero tienes que renunciar aquí. Desaparecer y no dar noticias sobre tu paradero, hacerte cambios en tu aspecto. Y bueno... quedar como una chica humilde, pero bien.

Jaina: Que falta de respeto hacia mí. ¿Qué tiene que ver mi aspecto? No estoy mal.

Baldomero: Las apariencias deben ser otras, no la que siempre has cargado, te reconocerán algunos.

Baldomero se levanta.

Baldomero: Y bien… ¿aceptas o no?

Jaina (le sonríe): Esta bien. (Le da la mano) Acepto entrarle negocio.

Los dos sonríen de maldad.

Jaina: Pero antes…

Jaina besa intensamente a Baldomero.

Baldomero: Eres una chica mala.

Jaina: Lo sé cariño.

Continúan besándose.

INT. / COCINA / CASA DE RUBÍ / MAÑANA

Al día siguiente, Rubí prepara el desayuno, mientras que Almendra está pensativa…




Rubí: Desde la noche pasada te he notado triste, amiga. ¿Qué te pasa?

Almendra: Nada, no me pasa nada.

Rubí: No me mientas, seguro es por el pelos de muñeca vieja del Julián.

Almendra: No es eso…

Rubí: Claro que sí, ¿quién más te podría dejarte así?

Almendra: Bueno, eso no ya no importa. Ahora mi prioridad es Zoila, la dueña del bar, solo espero que el dueño de ese local y que también se lleva nuestros ingresos, la permita regresar.

Rubí: No me cambies el tema. Tu corazón ya le clavo y bien bonito, ¿verdad?

Almendra: Estás loca.

Rubí: Tal vez, pero atine en lo cierto, ¿o no? A ver niégamelo.

Almendra: Ay bueno, dejemos eso. ¿De acuerdo?

Rubí: Está bien.

Almendra: Ahora sobre Zoila, debemos visitarla hoy, en estos días no pudimos hacerlo.

Rubí: Aja…

Almendra: Es mejor aprovechar ya, porque no me quita de la cabeza la tal Jaina.

RubÍ: Sí, a decir verdad, sobre la Jaina, debiste correrla.

Almendra: No, a pesar de ser mala onda con nosotras, ella al menos merece trabajar, pues es presumida y todo, pero en el fondo sé que es buena y se defiende, lástima que no tiene amigos.

Rubí: Bueno, ella se lo busco, resulto ser pesada la tipa esa.

Almendra: Al menos yo le aguanto de todo.

Rubí: Pues es una egoísta al final de cuentas, cree que gira en torno a ella.

Almendra: En fin, si me hablas de Julián, la respuesta es que no, no pienso en él.

Rubí: Pues te digo. Ese hombre solo puede representar una aventura para ti, y para él, pos yo creo que también.

Almendra: Mejor desayunemos y deja de hablar loqueses y media.

Se levanta y se va al baño.

Rubí: Hay Almendrita… creo que doña Nata te atino a tu destino.

INT. / PATIO / ORFANATO LAS ESPERANZAS / MAÑANA

Clementina está en el portón del orfanato y las niñas que pasan a su alrededor le sonríen.



Clementina: ¡Muy bien niñas sigan jugando!

Niña: ¡WAAAAAA…!

El detective Lara se presenta ante Clementina, quien le toca la puerta. Clementina atiende…



Clementina: Sí, ¿qué se le ofrece señor?

Lara: Buenos días, soy el detective Lara (le muestra su placa policiaca y sus documentos.) y vine a entrevistar a la señora Lucía Fernanda Campos.

Clementina: Está bien, yo le voy dando aviso. Espéreme aquí.

Lara accede a su petición.

INT. / HABITACIÓN DE ZOILA / HOSPITAL / MAÑANA

Zoila está en la cama, en buen estado, al costado están Almendra y Rubí quienes se sienten felices ante su presencia…





Zoila: Ay, niña Almendra, menos mal que pusiste orden en mi changarro, te felicito.

Almendra: Gracias Zoila.

Zoila: A ti también Rubí, pues resultaste ser a todo dar, levantaron el negocio solitas mis reinas.

RubÍ: Ay, ¿cómo cree?

Zoila: Y justo estaba viendo mi telenovela favorita, menos mal que puedo verla a todo color… “Siempre Tuya… Churro”

Almendra: Ay, Zoila, ¿qué dice?

Zoila: Ya me moría por ver los brazotes del niño Elbittar.

Rubí: Jajajaja…

Almendra: Jajaja… Se pasa Zoila.

Zoila: Ay bueno, a todo esto, ¿dónde está Jaina?

Las chicas se miran entre sí.

INT. / OFICINA / ORFANATO LAS ESPERANZAS / MAÑANA

Clementina le abre la puerta al detective Lara…





Clementina: Pase aquí, señor.

Lara: Gracias.

Clementina pasa a retirarse. Lucyfer le contesta cortésmente…

Lucyfer: Buenos días.

Lara: Buenos días.

Lucyfer: ¿A qué debo está visita?

Lara: Bien, vengo a pedir una información muy valiosa.

Lucyfer: En lo que pueda informarle, lo haré con gusto. Pregúnteme.

Lara: Mire… ando buscando el paradero de una joven que fue abandonada en un orfanato de este distrito.

Lucyfer se pone pensativa y le contesta…

Luceyfer: Mire señor, como verá, en lo que pueda lo haré. Pero las reglas estipulan que las adopciones son privadas, me refiero a que no le dé detalles de ninguna pista acercas de las internas ya dadas en adopción.

Lara: Tenga en cuenta que esos fueron tiempos pasados… porque hoy, hay una madre de por medio sufriendo contrato mis servicios. Las pistas que tengo aun son escasas, pero usted debe saber algo más. Quizás usted no me las diga, pero, ayúdeme a encontrarla de otra forma.

Lucyfer: No veo como.

Lara: Bien, le puedo concluir que es una joven ya con 20 años, estuvo en su orfanato con un mameluco crema, fue abandonada en una noche de lluvia  tormentosa. Su tez corresponde a una piel blanca y suave.

Lucyfer (recuerda el hallazgo de Celeste hace 20 años)(pensando): No cabe duda, es la maldita pobre diabla de Almendra. Es la única con todas las señas que la describen, vaya que Almendrita resulto ser una mina de oro, hasta el tal Baldomero la quiere poseer, que astuto.

Lucyfer se pone de pie.

Lucyfer: No…aquí durante más de 20 años han sido abandonados niños y niñas con diferentes ropas, y acordarse una de todos los colores de cada uno es muy difícil.

Lara: Que mal.

Lucyfer: De todos modos, no podré ayudarlo.

Lara: Pues bien, no insisto más. (Saca de su saco una tarjeta) Le doy mi tarjeta por si usted piensa mejor las cosas y se anima a cooperar.

Lucyfer la recibe en plan de duda.

Lucyfer: Bien.

Lara: Bueno, creo que me debo de ir. Con su permiso, y disculpe las molestias.

Lucyfer: Descuide, fue un placer atenderlo.

Lara se retira y Lucyfer sigue con la tarjeta.

Lucyfer: Así que la madre de la maldita y estúpida de Almendra la anda buscando. Si supieran que la muy maldita nunca fue adoptada y que se escapo en ese entonces, jajajaja…

Lucyfer sonríe con malicia.

INT. / SALA DE ESTAR / MANSIÓN URIARTE / TARDE

Clotilde abre la puerta y se trata de Úrsula y Rebecca, quien entra gustosa…





Clotilde: Buenos días, ¿qué se le ofrece?

Úrsula: Es que ya le informe al portero, la señora Emilia fue una gran amiga, estoy segura que me reconocerá al verme…

Clotilde rueda los ojos.

Rebecca: Sí, así es, estoy segura que se llevará una gran sorpresa.

Clotilde: Bueno pasen y tomen asiento, la señora Emilia viene en unos minutos.

Las dos malas sonríen pícaras ante su cometido acto de usurpación.

EXT. / AFUERA DEL HOSPITAL / CIUDAD DE MÉXICO / TARDE

Almendra fue a una farmacia a comprar medicinas para Zoila, mientras que en eso vemos a Julián toparse con accidentalmente con Almendra.




Julián: ¡¿Tú?!

Almendra: ¿Joven? De nuevo no.

Julián y Almendra se miran fijamente.

INT. / SALA DE ESTAR / MANSIÓN URIARTE / TARDE

Rebecca y Úrsula se ven satisfechas…




Úrsula: Cuando le digamos que tú eres su hija, nos la pasaremos la gran vida…

Rebecca: Eso si la doña me acepta solo a mí.

Úrsula: Ay, cállate, Emilia no es de esos que tienen el corazón de piedra.

Rebecca: Huuum, si tú lo dices.

Emilia está conversando con Clotilde y bajando de las escaleras. Úrsula y Rebecca se precaven de la llegada de la primera y para darle una sorpresa…




Úrsula (en voz baja): ¡Escóndete, escóndete!

Rebecca se esconde tras una pared. Emilia va hacia Úrsula, quien se sorprende de su encuentro.

Úrsula: ¡Amiga! (Abraza a Emilia.) No me reconoces, soy yo, Úrsula, la amiga de hace mucho.

Emilia: ¡Úrsula! Tenía tiempo que no te veía, pero que cambiada estás.

Úrsula: Jejeje… Bueno los años me asientan y pues no luzco como en mis tiempos.

Emilia: Ay, pero qué gusto, siéntate.

Las dos se sientan.

Emilia: Dime, ¿a qué se debe tu visita? ¿Cómo te ha ido en la vida?

Úrsula: Bueno, te contesto la segunda primero, es que he tenido que rendirle mucho a la chamba, tú ya sabes, mi marido me dejo y yo tuve que sostener la casa por mí misma.

Emilia: El holgazán ese que tenías de marido, ¡Dime que te separaste de él!

Úrsula: Por supuesto que sí, lo bote para siempre, es más, lo denuncie para que se largará lejos y  nunca más saber de ese bueno para nada.

Emilia: Bien hecho.

Úrsula: Ahora, la primera pregunta, te voy a contar todo amiga. ¿Te acuerdas de tu hija?

Emilia entristece.

Emilia: Sí, ¿cómo no recordarla? Si cuando era joven, era muy bruta y deje abandonada a la pequeña por hacerle caso a mis perezas y mi falta de humanidad. (Derramando lágrimas discretas) Ese recuerdo quedará marcado por siempre.

Úrsula sonríe maliciosamente…

Úrsula: Pues, te tengo que confesarte algo. Yo te perseguí esa noche…

Emilia se sorprende ante el comentario… Se ven imágenes de Emilia y Úrsula jóvenes…

Úrsula: Amiga, estás segura de dejar a tu hijita en un orfanato.

Emilia: Claro que sí, esta niña no tiene que marcar con un destino trágico, prefiero que ella viva y yo muera en el intento de salir adelante.




Úrsula la mira muy decidida. Mientras que Emilia se va a dejar a su bebe en el orfanato de Lucyfer de ese tiempo, Úrsula está en su casa sentada en un sofá leyendo una revista, como si nada le importará.

Fin del Flashback).

Emilia: Quieres decir que…

Úrsula: Tu hija, tu hija es…

Aparece Rebecca en su frente con una falsa mirada de consternación.

Úrsula: Ella es tu hija…


Emilia derrama lágrimas ante la presencia de su supuesta hija. Úrsula detrás sonríe con malicia y Rebecca solo finge ser la más sorprendida.

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