miércoles, 26 de agosto de 2015

Capítulo 3: “Escarbar el Pasado”

Capítulo 3:



“Escarbar el Pasado”

INT. / CUARTO / HOSPITAL DEL ESTADO / MAÑANA



Mónica: Disculpe que la moleste, quería preguntarle algo.

Enfermera: Sí, ¿dígame?

Mónica: ¿De qué padezco?

La enfermera se queda confundida ante la pregunta de Mónica.

Enfermera: ¿Ah? Creo que eso no me corresponde comentarle, sino el doctor.

Mónica: De acuerdo, pero ¿no podría comunicarme con él?

Enfermera: Disculpe, el doctor Robles viene como cuatro veces por semana.

Mónica: Está bien, lo comprendo.

Enfermera: ¿Puedo traerle algo? ¿Quiere que le cambie las almohadas?

Mónica: No, así estoy bien.

Mónica se queda extrañada por lo que ha sucedido con ella.

Int. / Comedor / Mansión San Román / MAÑANA





Leticia se va en frente de Raúl.

Leticia (preocupada): Señor Raúl, ya lo sé todo.

Raúl: ¿Sobre qué?

Leticia: Sobre la niña Mónica, está hospitalizada por leucemia.

Raúl: Am, que bueno, ahora me tengo que ir.

Leticia: Que en verdad no le importa.

Raúl: Claro, como también me importa que Julián sea psiquiatra. (Sarcasmo) Ahora quítate, tengo que irme a trabajar.

Raúl con una expresión de molestia, se va a su trabajo, mientras que Leticia lo ve con tanta decepción.

Leticia: Tenías que ser así…

Baldomero se aparece después de la noche que disfruto, con camisa desabotonada y él soñoliento, se dirige al comedor.



Baldomero: ¡Hola Lety! Sírvame el desayuno, por favor.

Leticia al comienzo se ve que le desagrada, trae el desayuno a la mesa. Pero luego cambia a una, le pregunta sobre Mónica.

Leticia: Joven Baldomero, dígame, ¿cómo se siente la señora Mónica?

Baldomero (agarrando los cubiertos): Mejor, ayer estuvo terrible…

Leticia: Y, podría decirme ¿en qué hospital la atiende?

Baldomero: ¿Para qué lo quieres saber?

Leticia: Es que, tengo que cerciorarme de la salud de la señora. Usted sabe.

Baldomero (preocupado): Huum, está bien, te lo voy a decir…

Mientras que Baldomero está comiendo. Leticia de inmediato se va para el hospital.

INT. / OFICINA DE JULIÁN / CONSULTORIO / MAÑANA



En la oficina de Julián, tocan la puerta, él ya en su escritorio. Se adentra Rubén…




Rubén: ¡Buenos días, Julián!

Julián: Rubén, ¿cómo estás?

Rubén: Estoy bien, solo aquí visitando en tu área de trabajo.

Julián: Que bien.

Rubén (preocupado): Oye, no te veo de buen humor. ¿Qué sucede?

Julián (suspirando): Es Mónica y mi padre.

Rubén: Bueno de tu padre ya no es la gran novedad. Lo de Mónica es preocupante.

Julián: Lo sé, me preocupa mi mujer. De no saber estar con ella hasta (le salen lágrimas discretas) hasta su fin.

Rubén (preocupado): Julián, tú sabes muy bien que somos amigos y que puedes contar conmigo para lo que sea.

Julián (sollozo): Lo sé, y que bueno que viniste aquí amigo.

Julián y Rubén se dan un abrazo fraternal.

Int. / Sala de estar / Mansión Uriarte / MAÑANA



Emilia se prepara para salir y le avisa a Clotilde.




Emilia: Clotilde, voy saliendo para la beneficencia, por favor, si llego tarde, avisa a mi esposo.

Clotilde: Como usted ordene, señora.

Cierra la puerta y se va.

INT. / COMEDOR / CASA DE RUBÍ / NOCHE



Almendra y Rubí se ven ajetreadas con los shows que se armaron de noche. Es por ello, ambas se sienten con fatiga y desayunan para hacer su trabajo en la noche.




Rubí: Que cruda que nos llevamos, nunca pensé que íbamos a estar peor hoy.

Almendra: Lo sé, tengo mucha jaqueca de tan solo recordar.

Rubí: Pero lo importante manita es que nos divertimos y pasamos de juerga.

Almendra: Sí lo sé, (adolorida) Pero me quede pensando con lo que dijo el Baldo.

Rubí (confundida): ¿Qué dijo el Balde?

Almendra: Que nos iba a hacer una propuesta, pero se quedo en sorpresa.

Rubí: Para mí que quiere hacer un trío con nosotras y disfrutarlo.

Almendra (desagrado): Ay, pero qué cosas cuentas. Espero que no.

Rubí: Yo también.

Ambas se toman su pan con una taza de leche.

INT. / OFICINA DE JULIÁN / CONSULTORIO / MAÑANA

Julián y Rubén se dejan de abrazar. Julián deja de sacar lágrimas.




Julián: Bueno tengo que seguir trabajando.

Rubén: Tienes que estar fresco para el futuro. Tu mujer no va a estar siempre contigo, pero eres joven, yo estoy soltero, ambos podemos buscar mujeres para estar del uno al otro.

Julián: ¿Quién sabe? Pero hasta el momento me preocupa algo.

Rubén (preocupado): ¿Qué cosa?

Julián (desagrado): Es ese pasado, ese horrendo pasado que tuve con…

Rubén: Ese que pasamos y que al final, tú…

Julián se desagrada al contarle a Rubén. Este misterio está cada vez por revelarse poco a poco.

INT. / SALA DE URGENCIA / HOSPITAL / MAÑANA

Leticia ve a la recepcionista y le pregunta…



Leticia: ¡señorita! Disculpe, el cuarto de la señora Mónica Gómez.

Recepcionista: ¿Usted es su madre?

Eso impacta en algo a Leticia.

Leticia (nerviosa): ¡No! Solo soy el ama de llaves de su casa.

Recepcionista: Está bien, claro ha venido justo en la hora de visitas. Le daré la información… (Observa en la computadora de su cercanía.)

Leticia se cruza la yema de los dedos, como pregona.

INT. / COMEDOR / CASA DE RUBÍ / NOCHE




Rubí: Ya ni la mula perdona, ese Balde ojala nos prometa algo güeno.

Almendra: Pos eso sí, ya que la Luna no nos puede prometer. Sí vieras que nos prometió llevarnos a Las Vegas y ni eso.

Rubí: Jajaja… Estamos hablando del nini ese. Bueno para nada.

Almendra: Bueno, dejemos de hablar de esas cosas…

Rubí: Hablando de otra cosa, hoy veo que dormiste bien. Porque se nota que no gritaste toda la noche. La verdad, al fin puedo dormir con tranquilidad.

Almendra: Bueno, es que toda la noche nos quedamos hasta muy tarde y el sueño, no sentí que soñaba, a lo poco que sentí.

Rubí: Bueno, eso me alegra  que no te sientas remordimientos tan seguido, eso es un paso.

Almendra: Sí, tienes razón Rubí.

Rubí: Jejeje… Aunque, hoy es mi turno de cantar. (Sonriendo) Ya le quiero mover el bote…

Almendra: Jajaajaja… Ay Rubí, tú y tus ironías. ¿Quieres salir para la calle?

Rubí: Está bueno, pero no me dejes sola como la última vez.

Almendra: Claro que no, sino que te fugaste como un brillo… (Abre la puerta.)

Las dos chicas van saliendo de la casa. Y en eso cierra la puerta.

INT. / CUARTO DE MÓNICA / HOSPITAL / MAÑANA

Tocan la puerta.




Mónica: Adelante… (Abre la puerta y se trata de Leticia.)

Leticia (preocupada): Mónica ¡Señorita Mónica!

Mónica: ¿Leticia? Qué bueno verte por aquí, te extrañaba mucho.

Leticia: Yo también, perdóname por no estar aquí…

Mónica: No te preocupes, estoy segura que no te lo han contado hasta el final.

Leticia: Tuve que enterarme por tu hermano y todo lo demás.

Mónica: Huum, ya veo.

Leticia y Mónica se quedan a conversar por unos momentos.

EXT. / CALLE / CIUDAD DE MÉXICO / TARDE

Baldomero se encuentra paseando por la calle, pero unos cuantos lo persiguen y se ve envuelto en una emboscada.




Baldomero: ¿Qué quieren?

Rigoberto: ¡Ándale! Que el jefecito te convoca a su reunión... de negocios.

Baldomero: Mira Rigo, ya sé que estás envuelto en esto, pero ahí le paramos.

Rigoberto lo toma de la clavícula, “en plan de amigos”, para ir a un callejón oscuro.

Rigoberto: Bien aquí lo tiene.

Aparece ante Baldomero, "El Alacrán".



Alacrán: Que bien, pero que bien, hasta que te veo balde.

Baldomero: Soy Baldomero señor.

Alacrán (amenazador): ¡Deja de corregirme! Sabes que te he buscado por toda la zona y tú no has dado aviso.

Baldomero (Nervioso): Bueno, lo que pasa es que ando ocupado y toda la cosa… (Interrumpe)

Alacrán: ¿Crees que soy estúpido, verdad? Te veo en “La Tongelele” todos los días. ¡Todas las noches! Acosando a las muchachas del lugar.

Baldomero: Oiga, no, las chicas de allí no son acosadas, sino simpatizadas por mí.

Alacrán: Ese no es el asunto. Sino que me debes plata, mucha plata. Me debes pesos y la cuenta es larga.

Baldomero: Te prometo en cuanto reúna la cantidad, te lo pagaré.

Alacrán: Hum, eso sería bueno, pero vives de lujos y… De una hermanita que creo yo, no serías capaz de decepcionarla. Me imaginó que es ella, ¿verdad? (Le tira una foto de ella al suelo y en vista de Baldomero.)

Baldomero (Impulsivo): ¡Con ella no te metas!

Alacrán: Entonces, me tendrás que hacer el favor de ahora en adelante. Tú me pagas los quinientos mil pesos, a cambio de la vida de tu hermana y de su orgullo.

Baldomero (en voz pasiva): Desgraciado.

Alacrán (confundido): ¿Qué dijiste?

Baldomero: Nada señor.

Alacrán: Está bueno, te voy a dar plazo un mes y no más. (Amenazador) Si no cumples esto que te obligo, no solo tu hermana corre las consecuencias, sino también tú.

Baldomero (atraganta saliva): Así lo haré… (Rigoberto le da una golpiza en el estómago.)

Alacrán: ¡Ahora, lárgate!

Baldomero se va con una cara petrificada ante la amenazada y demanda del Alacrán.

EXT. / PARQUE / TARDE

Almendra y Rubí se van por el parque disfrutando del aire fresco.




Rubí: Oye cuata.

Almendra: ¿Qué?

Rubí: Sabes, ¿tú nunca pensaste en casarte con un millonetas?

Almendra: La mera verdad, no. Siempre  soné en un príncipe azul. (Ilusionada) En un hombre guapo, como los que salen en las telenovelas esas…

Rubí (bromeando): Claro, como esos que salen con unos brazos enormes que sirven para cargarte mejor y su cabello rubio, o de esos galanes como Daniel Elbittar, aunque tontos, pero así…

Almendra (sonrojada): Jajaja… Pero qué dices, claro que no. ¡Qué exagerada eres!

Rubí: Ahí amiga, de verás que sueñas bastante, menos mal que no te consume tanta maldad.

Almendra: Al menos tampoco a ti, porque eres mi amiga muy querida. (Abrazándola fuertemente.)

Rubí: Gracias de verdad.

Almendra y Rubí continúan su camino.

INT. / PATIO / ORFANATO / TARDE

Emilia se ve que disfruta estar jugando con los niños. Mientras se le acerca el padre Javier, el mismo que le atendió cuando ella estaba convaleciente de su hija.




Padre Javier: Doña Emilia, ¿cómo está?

Emilia: Muy bien padre.

Padre Javier: Estos niños, hijos de nuestro señor, no les está molestando.

Emilia (Modesta): Ay, claro que no. ¿Cómo cree? Al contrario, son mi alegría de ser.

Daniela (niña): Emilia, podemos seguir jugando a la casa del té.

Emilia (Ternura): Oí, claro que sí corazón, voy en unos minutos con todos. ¿Está bien?

Daniela: De acuerdo.

Padre Javier: Ay, los hijos son el fruto de una gran alegría que sostiene a un roble torcido.

Emilia: Así es.

Padre Javier: Quería agradecerle sobre el donativo que nos dio, porque en serio, las que estuvieron en este orfanato, la verdad que eran unas ladronas de lo peor.

Emilia: Recuerdo eso, usted me lo contó.

Padre Javier: Así es, no puedo creer que este auspicio en lugar de beneficiar a niños pobres, solo haya habido discriminación a los niños y para colmo que se beneficiaran en sus horribles gustos. Ojala que Dios las haga entender.

Emilia: Yo solo espero que todo esto haga recapacitar a esas personas. Lo que hicieron no tiene nombre.

Padre Javier: Bien, no la quiero seguir interrumpiendo más.

Emilia: No se preocupe padre.

Padre Javier: Si me necesita, estoy a su servicio. Con permiso. (El padre Javier pasa a retirarse.)

Emilia: Muy bien niñas, ¿quién quiere jugar a las Barbies?

Daniela: Yo, yo, yo…

Emilia juega a la taza de té con las niñas y se le nota mucha felicidad, pero muy en el fondo de su ser, siente tristeza, porque siente remordimientos al no estar con su hija.

EXT. / CALLE / TARDE

Baldomero se ve adolorido, caminando inconscientemente. Mientras, por casualidad Almendra y Rubí pasan por la misma ruta. Baldomero se da cuenta y finge no tener dolencias.





Baldomero: ¡Hola muchachitas!

Rubí: Pero mira no más, no encontramos con el Balde.

Baldomero (sarcástico): Ja, ja, ja, ja. Que graciosa, ¿de dónde lo sacaste?, de un diccionario.

Almendra: ¿Qué quieres tú?

Baldomero: Yo solo pasaba por aquí y las vi y… Pues (silbando), son unas bellezas.

Rubí (sarcástica): ¡Gracias! Si quieres nos envías unas copias de nuestros cuerpos y con remitente, para que la saliva se te gaste.

Baldomero: Bueno dejémonos de bromas, saben que hoy voy al showsito de la Tongelele.

Almendra: Eso lo sabemos, todos los días vas.

Baldomero: Lo sé, pero… (Acercándose y abrazándole la cintura.) Pero sé que mueres por mí y eso me encanta de ti chiquita.

Almendra (empujándolo): Párate diez metros lejos de mí, porque está chiquita no está disponible hoy.

Rubí: Sí, así se habla amiga.

Baldomero: Bueno, está bien, ya no las sigo molestando. Ya saben, en la noche les tengo algo que contar y seguro les llamará la atención.

Rubí (dándole el avión): Seguro, claro.

Baldomero se va alejándose de ellas, nuevamente guiñándoles el ojo y ellas le desagradan.

INT. / CUARTO DE MÓNICA / HOSPITAL / TARDE

La puerta se abre y se trata de Leticia.




Mónica: ¡Leticia! Viniste.

Leticia: Sí, señorita, es que tuve que ir a merendar.

Mónica: Te entiendo, y bueno, yo solo espero poder salir pronto de aquí, quiero estar con mi marido, lo extraño mucho.

Leticia: Sé cuanto lo amas Mónica, por eso me preocupe por ti.

Mónica: Es que Julián es todo para mí, es mi universo, él a pesar de todo siempre estuvo enamorado de mí. Y lo recuerdo como si fuera ayer.

Leticia: Comparto tu felicidad, y te entiendo muy bien. Ahora quiero encontrar al doctor para que me diga de tu salida…

La puerta se abre interrumpiéndolas y se trata del doctor.

Doctor: Ah, señora Mónica la veo en muy buenas condiciones.

Mónica (contenta): Gracias doctor.

Doctor: Muy bien, me imagino (a Leticia) que usted es madre de la señora, ¿no es así?

Leticia (tartamudeando): Ah-ah-ah… (Interrumpe.)

Mónica: Es mi ama de llaves.

Doctor: Ah, perdón, disculpe mi imprudencia.

Leticia: No se preocupe.

Doctor: A lo que venía, le tengo una noticia… Usted se encuentra ya mejor, está dada de alta.

Mónica (sorprendida): ¿En serio?

Doctor: Por su puesto, lo que si le recomiendo, es que trate con medicamentos que dice la receta y que ingiera líquidos y se distribuya en sus alimentos.

Mónica (emocionada): ¡Por supuesto!

El doctor deja a Mónica y Leticia a solas.

EXT. / CALLE / CIUDAD DE MÉXICO / TARDE




Julián y Rubén están caminando para dirigirse a su destino.

Rubén: Julián, ¿has decidido contarle todo a Mónica?

Julián: ¿Sobre su enfermedad? Por supuesto.

Rubén: Dije, TODO, con eso me refiero a… Tú ya sabes.

Julián se siento muy consternado ante esa confesión. Mientras que Almendra y Rubí están corriendo de lo más lejos y se topan accidentalmente hacia ellos, ambos abrazándose, Rubén con Rubí y Almendra con Julián.




La segunda pareja se miran intensamente al reencontrarse.


CONTINUARÁ…

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